«…Pudieras, renaciendo en la vejez,
ver cálida tu sangre que se enfría.»
WS
«Cuando haya muerto, llórame tan sólo…»
Soneto LXXI
Cuando haya muerto, llórame tan sólo
mientras escuches la campana triste,
anunciadora al mundo de mi fuga
del mundo vil hacia el gusano infame.