Frases del día: Tormentas

«El talento se educa en la calma y el carácter en la tempestad.»
Johann Wolfgang Goethe

«Frases para una tormenta»

Cuando hay una tormenta los pajaritos se esconden, pero las águilas vuelan más alto.
Mahatma Gandhi

Todo lo grande está en medio de la tempestad.
Martin Heidegger

Las tormentas de nuestras vidas prueban la fuerza de nuestras anclas.
Desconozco el autor

La risa es como los limpiaparabrisas. Nos permite avanzar, aunque no detenga la lluvia.
Gerard Jugnot

Los pájaros saben que no hay invierno que dure cien años y que, al pasar la tormenta, la primera semilla que brota es el sol.
Francisco Morales Santos

Una tormenta que dura toda una semana. Una oscuridad constante: sólo podemos leer entre relámpagos. Hemos de recordar e ir uniendo lo que leímos a relámpagos.
Elias Canetti

Una fuerte tormenta no es nada si convivimos en un mundo de amores perdidos y sueños lejanos, cuando el verdadero sol asome, ahi podre admitir que todo valió la pena.
Desconozco el autor

Ahora te quiero, como el mar quiere a su agua: desde fuera, por arriba, haciéndose sin parar con ella tormentas, fugas, albergues, descansos, calmas.
Pedro Salinas

Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
Khalil Gibran

Navega, velero mío, sin temor, que ni enemigo navío ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor.
José De Espronceda

Si el amor fuera como la tormenta, que se va en un segundo, mi corazón sería el suelo en el que tu largas tus rayos.

¿Saben ustedes que durante una tormenta el león da la cara al viento para que su pelambre no se desordene? Yo hago lo mismo: doy la cara a todos los problemas: es la mejor manera de permanecer peinado.
Leopoldo Marechal

El amor, después de todo, no es sino una curiosidad superior, un apetito de lo desconocido que te empuja a la tormenta, a pecho abierto y con la cabeza adelante.
Gustave Flaubert

Y, quizás, los mástiles, invitando a las tormentas son los que un viento inclina sobre los naufragios perdidos, sin mástiles, sin mástiles, ni islas fértiles… ¡Pero, oh corazón mío, escucha el canto de los marineros!
Stéphane Mallarmé

Entre tormentas ajenas, te das y te recibes a ti mismo.
Gottfried Benn

A veces, el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar. Tú cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces la tormenta también cambia de dirección, siguiéndote a ti. Tú vuelves a cambiar de rumbo. Y la tormenta vuelve a cambiar de dirección, como antes. Y esto se repite una y otra vez. Como una danza macabra con la Muerte antes del amanecer. Y la razón es que la tormenta no es algo que venga de lejos y que no guarde relación contigo. Esta tormenta, en definitiva, eres tú. Es algo que se encuentra en tu interior. Lo único que puedes hacer es resignarte, meterte en ella de cabeza, taparte con fuerza los ojos y las orejas para que no se te llenen de arena e ir cruzándola paso a paso. Y en su interior no hay sol, ni luna, ni dirección, a veces ni siquiera existe el tiempo. Allí sólo hay una arena blanca y fina, como polvo de huesos, danzando en lo alto del cielo. Imagínate una tormenta como ésta.

Haruki Murakami