Click en la imagen para ver más obras
La Pasión de Jesús de Nazaret en la pintura»
Jesús tras ser azotado, lo vistieron con un manto rojo, le pusieron en la cabeza una corona de espinas y una caña en su mano derecha.
Los soldados romanos se burlaban de él diciéndole: «Salud, rey de los Judíos».
Fue obligado a cargar la Cruz en la que iba a ser crucificado hasta un lugar llamado Gólgota, que significa, en arameo, «lugar del cráneo».
Le ayudó a llevar la cruz un hombre llamado Simón de Cirene.
Le dieron de beber a Jesús vino con hiel, que servía de narcótico para aliviar el dolor de la crucifixión, lo probó pero no quiso tomarlo.
Tras ser crucificado, los soldados se repartieron sus vestiduras echándolas a suerte.
Ya en la Cruz, sobre su cabeza, colocaron un cartel en arameo, griego y latín que aludía al motivo de su condena: «Este es Jesús, el Rey de los Judíos», que a menudo en pinturas se abrevia INRI («Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum»: literal: «Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos».
Siendo crucificado entre los dos ladrones, uno de ellos, Dimas «El Buen ladrón».
Hacia las tres de la tarde, Jesús exclamó: «Elí, Elí, lemá sabactani», que en arameo significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?», según los evangelios de Mateo y Marcos.
Las palabras finales de Jesús difieren en los otros dos evangelios. También hay diferencia entre los evangelios en cuanto a qué discípulos de Jesús estuvieron presentes en su crucifixión: en Mateo y Marcos, son varias de las mujeres seguidoras de Jesús.
En el Evangelio de Juan se menciona también a la madre de Jesús y al «discípulo a quien amaba» (según la tradición cristiana, se trataría del apóstol Juan, aunque en el texto del evangelio no se menciona su nombre).
En esta entrada podéis ver más de 200 obras de distintos periodos del arte con estos pasajes del evangelio.
No Comments