«La ventana que da al empedrado zozobra,
vacía siempre…»
CP
«Ulises»
Ese es un viejo frustrado, porque engendró a su hijo
demasiado tarde. De vez en cuando, se miran cara a cara,
pero, tiempo atrás, bastaba un sopapo. (Sale el viejo
y regresa con el hijo que se friega una mejilla
y ya no levanta la vista.) Ahora el viejo está sentado,
hasta el anochecer, ante una amplia ventana,
pero no acude nadie y la calle está vacía.