«Desde hace muchas noches se oye de nuevo el mar,
leve, arriba y abajo, sobre la arena lisa…
«El alto velero»
Cuando vinieron los pájaros a mover las hojas
de los amargos árboles de mi casa,
(eran ciegos volátiles nocturnos
que instalaban sus nidos en horadadas cortezas)
yo levanté mi frente hacia la luna
y vi un alto velero.