«…Crecimos con su imagen
prendida a nuestros ojos, asediando la casa,
extenso territorio al que no se retorna…»
MR
Hopper
Es una carretera solitaria. Un cable del telégrafo
poblado de vencejos. Una casa que, quizá, abandonaron
no hace mucho sus dueños. Un surtidor inútil, vencido por el polvo.