Miguel Veyrat: Eurídice en marcha

«…La vida sirve
para vivirla
le dije al joven príncipe
la muerte para soñar
para dormir el sueño…»

M. Veyrat

«Eurídice en marcha»

“Viaje a Bayreuth”

A trescientos kilómetros de Praga
millones de años luz loco
leñador de sexos coordinados
casi sin saberlo musgo airado
caminaba por la calle Saint-Lazare
al tiempo que pasaba
Praga-Barcelona-Praga
y yo tan ausente
que si no supiera que el tiempo
solo existe para ser
representado
me cortaría la garganta
con tu papel de cartas no
contaba todo el salitre que podía beber
de un solo trago
ni tampoco la distancia comprimida
bajo el párpado solo un zapato
histórico un momento
concretado si es posible
a trescientos kilómetros de Praga
sobre el ojo de un jilguero
que sabe más por vieja en eso estábamos
y el hígado manchado de mercurio
navegando por el iris
sucediendo en el regreso
que tan sólo es el comienzo
como sabe todo el mundo.

sabía muy bien en aquél tren
hacia Estrasburgo
que la venganza sólo es duradera
cuando pasa de ser en sí
por una fuerza für sieg
y agrupa en todo el coxis
su esperanza
por eso aguardaba
sabía casi Eurídice sabia
que cualquier tarde como esta
el tiempo volvería a ser el tiempo
vomitándote en el pecho

amor par force vos demeine
canto herido planctus cygne

«al fin camina»

planta que mis plantas
adelante sus y a ello adelantaron
el camino de hojas anchas frutal
sabor de tus caderas firmemente
varios pasos delante de eurídice
en el sudor tedioso del ascenso
estalló en alma la sorpresa de tu rostro
nuevo por fin mirabas hacia el frente
irá reduciéndose distancia amor
hasta el momento en que el paso
isócrono reducto del movimiento
unísono camine el camino nuestro:

no espolón ni mascarón nave sola
bifronte de remeros tú

«No»

vida pronto
arco ciérrate oculta
tu nombre se oscurece
y vuelve oh de nuevo
no traigas bálsamo siempre
envenena
viento lleve ya el cianuro
avente avente mis cenizas
no seso ensangrentado en la escollera
me da miedo
no cites a la luz
ya solo escribo con la sombra

«Ya es tarde»

Parásito Paráclito
mi semen
ya no te alimenta.

Este exilio sólo coronaba
el cerro ensangrentado
a la nueva transparencia.

VETE A LA DERIVA

Tus ojos lácteos naufragan
en el verde de hoja nueva.

VETE A LA DERIVA

Miguel Veyrat

En «Adagio Desolato»
Ed. Ayuso©1985
ISBN: 84-336-0230-6

*La imagen es el óleo de Charles de Sousy Ricketts, «Orfeo y Eurídice».

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