[…] Nos iba así la vida y yo era un niño
en libertad en las calles de un pueblo
que mirando a su abuelo pensó en Dios…
EC
Mi recuerdo a Eladio Cabañero en el aniversario de su nacimiento.
«El olvido»
Nada se olvida, suena siempre un viento
aprendiz, brotan más flores para caerse, pasa
de mano a mano el tiempo.
En cada hombre continua el alma
hacia adelante; nadie haga cuenta de los ríos
para morir, que vuelven.
Por lo tanto,
¿qué públicos resisten,
quién dialoga con los altos coros?
Van para largo las murallas estas. Lejos
cuelgan los montes, altos. Sólo
los escarpados huesos, las palabras
tapadas, las cenizas,
dan por ahora razón.
Nada se olvida,
regresa el agua al agua, suben
las nubes a sus ventanales, llega
el trigo otra vez su destino.
Sin embargo, nosotros ya no amamos
con veinte años, no tenemos la dicha, no.
Por eso, ¿quién suspira?
si el pájaro del pecho es un dios sordo.
Amigos, es inútil
desentenderse del silencio,
amar de prisa, empujar más el corazón.
Moza mía,
novia esperando,
niña mayor tan huérfana entre todos,
oh, inolvidable tú que un día
hiciste rico a un pobre lo más pobre;
virgen blanca del préstamo y la rosa
entregada al amor y al Padre Nuestro
allá en el pueblo, pálida y sencilla,
para quererte vivo:
mejor sería olvidarte de repente
en señal de este amor.
Señor de todos, para todos,
no olvidemos morir si eso nos basta;
será en silencio y no lo temo, falta
entregar lo más nuestro todavía.
Señor, que la esperanza dure
─aunque no nos salvemos─
cuando nos dejen con el miedo a solas
y nos pongan la venda
para dudar.
Moza mía,
pierde el más sabio pie por estas calles
sin una lamparita ni una mano.
En un taller oscuro te recuerdo,
en una carretera que no llega.
Nada se olvida, dicen los que sufren.
Eladio Cabañero
De: Una señal de amor, 1958
Recogido en: Palabra compartida (Antología poética)
Ed. Biblioteca de autores manchegos – Diputación de Ciudad Real 2014©
ISBN: 978-84-7789-312-7
Eladio Cabañero López nació en Tomelloso, Ciudad Real, el 6 de diciembre de 1930.
Su padre, fotógrafo y maestro de profesión, había sido militante socialista y presidente de la Casa del Pueblo, motivo por el que fue fusilado por el régimen franquista tras la guerra civil, en 1940.
Con sólo cuatro libros publicados, se le incluye entre los poetas más valiosos y representativos de la Generación del 50′, desde que en 1963, le fuera concedido el Premio Nacional de Literatura por Marisa Sabia y otros poemas.
Más tarde, obtuvo el Premio de la Crítica por la primera antología de su obra: Poesía 1956-1970.
Su nombre aparece en varias de las más importantes antologías de su época a partir de Nuevos poetas españoles, que corrió a cargo de Luis Jiménez Martos en 1961, en la que recoge las voces de once poetas, entre los que se encuentran, los considerados imprescindibles de la citada generación, entre ellos están poetas de la talla de Claudio Rodríguez, José Ángel Valente, Carlos Sahagún, Ángel González, y el propio Eladio Cabañero.
según palabras de Manuel Rico, la poesía de Eladio Cabañero: «Es poesía de la experiencia, es poesía de lo cotidiano, tiene un claro componente emotivo —y ético— y es, en síntesis, un peculiar modo de conocer, tanto la realidad como el propio fenómeno creador»
Murió en Madrid, el 22 de julio de 2000.
También de Eladio Cabañero en este blog:
«Eladio Cabañero: El olvido»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: Los trenes»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: Compañera»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: La carta»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: Serenidad»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: El encuentro»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: El andamio»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: Cardencha de otoño»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: Las tinajas»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: La Mancha al sol»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: Ese hombre del puente»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: El hombre»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: La despedida»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: El pan»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: El hombre»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: A Luis Cernuda en su muerte»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: Bien sabes tú que hay alguien que se encarga…»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: Antes cuando la infancia»: AQUÍ
«Eladio Cabañero: Ocaso»: AQUÍ
Bibliografía poética:
Desde el sol y la anchura Ayuntamiento de Tomelloso – 1956.
Una señal de amor – Madrid Ed. Rialp, 1958. – Accésit Premio Adonáis en 1957.
Recordatorio – Madrid – Ed. Taurus, 1961. (Reeditado en 1995 por Ediciones La Palma)
Marisa Sabia y otros poemas – Madrid – Ed. Gráficas Halar – 1963, por el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura de ese mismo año.
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