«…Para vivir me basta desearos,
para ser venturoso conoceros,
para admirar el mundo engrandeceros
y para ser Eróstrato abrasaros…»
Recordando al barroco del Siglo de Oro español en el aniversario de su nacimiento.
«A mis soledades voy»
A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
No sé qué tiene el aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo,
no puedo venir más lejos.
Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.
Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.
De cuantas cosas me cansan,
fácilmente me defiendo;
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.
Él dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento;
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.
La diferencia conozco,
porque en él y en mí contemplo
su locura en su arrogancia,
mi humildad en mi desprecio.
O sabe naturaleza
más que supo en este tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.
«Sólo sé que no sé nada»,
dijo un filósofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.
No me precio de entendido,
de desdichado me precio;
que los que no son dichosos,
¿cómo pueden ser discretos?
No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.
Señales son del juicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de más,
otros por carta de menos.
Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres,
que desde entonces no ha vuelto.
En dos edades vivimos
los propios y los ajenos:
la de plata los estraños,
y la de cobre los nuestros.
¿A quién no dará cuidado,
si es español verdadero,
ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?
Todos andan bien vestidos,
y quéjanse de los precios,
de medio arriba romanos,
de medio abajo romeros.
Dijo Dios que comería
su pan el hombre primero
en el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento;
y algunos, inobedientes
a la vergüenza y al miedo,
con las prendas de su honor
han trocado los efectos.
Virtud y filosofía
peregrinan como ciegos;
el uno se lleva al otro,
llorando van y pidiendo.
Dos polos tiene la tierra,
universal movimiento,
la mejor vida el favor,
la mejor sangre el dinero.
Oigo tañer las campanas,
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.
Mirando estoy los sepulcros,
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.
¡Oh, bien haya quien los hizo!
Porque solamente en ellos
de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños.
Fea pintan a la envidia;
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.
Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir,
piden prestado el tintero.
Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones ni pleitos;
ni murmuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, firmaron
parabién, ni Pascuas dieron.
Con esta envidia que digo,
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.
Félix Lope de Vega
Félix Lope de Vega y Carpio nació en Madrid, el 25 de Noviembre de 1562, en el seno de una familia humilde natural del Valle de Carriedo, en la montaña de Cantabria.
El que había sido un niño muy precoz, está documentado que leía castellano y latín cuando solo contaba cinco años y a esa misma edad, ya componía versos, fue uno de los más grandes escritores del Siglo de Oro español, y uno de los más prolíficos de la literatura universal .
Conocido como el «Fénix de los ingenios» y «Monstruo de la Naturaleza» por Miguel de Cervantes Saavedra, hizo una renovación del teatro español cuando el teatro comenzó a ser un fenómeno de la cultura de forma masiva.
Junto a Tirso de Molina y Pedro Calderón de la Barca, fue el máximo exponente del barroco español. Sus obras en la actualidad siguen representándose, constituyendo una de las cotas más altas de las artes españolas..
Fue así mismo uno de los más grandes liricos en lengua castellana y escribió un gran numero de novelas.
Tiene en su haber más de 3.000 sonetos, 4 novelas cortas, 3 novelas, 3 poemas didácticos, 9 epopeyas y varios cientos de comedías (1.800 sg. P. Montalban).
Fué amigo de Francisco de Quevedo, Juan Ruiz de Alarcón, enemigo de Luis de Góngora y muy envidiado por Miguel de Cervantes.
Así mismo tuvo una vida tan extrema, como su obra.
Murió el 27 de agosto de 1635.
También de Felix Lope de Vega en este blog:
«Félix Lope de Vega: Al pie de un roble escarchado…»: AQUÍ
«Félix Lope de Vega: Soneto 64 – Yo vi, sobre dos piedras plateadas…»: AQUÍ
«Lope de Vega: ¿Quién mata con más rigor?»: AQUÍ
«Félix Lope de Vega y Carpio – Versos de amor, conceptos esparcidos»: AQUÍ
No Comments
Información Bitacoras.com…
Si lo deseas, puedes hacer click para valorar este post en Bitacoras.com. Gracias….
Triana, «todos a una» de Lope todo, «esto es amor, quien lo probó lo sabe».
«cuando me paro a contemplar mi estado»
«que tengo yo que mi amistad procuras»
«Yo memuero de amor y no sabía»
«Yo pagaré con lágrimas la risa»
«que sólo quede mi verguenza clara»
Con Lope todo.
Gracias
Sergio Astorga
Último post en la Web de…sergio Astorga…Retrato de Familia
Todo Sergio, todo… a pesar de Góngora.
Gacias a ti por compartir casi siempre mis amores en las letras.
Un abrazo fuerte.
[…] “Felix Lope de Vega y Carpio: A mis soledades voy”: AQUÍ […]
[…] la culminación barroca del modelo teatral creado a finales del siglo XVI y comienzos del XVII por Felix Lope de Vega y Carpio Fue así mismo un autor muy prolífico, aunque no tanto como su modelo, el genial Lope de Vega , […]
[…] la culminación barroca del modelo teatral creado a finales del siglo XVI y comienzos del XVII por Felix Lope de Vega y Carpio Fue así mismo un autor muy prolífico, aunque no tanto como su modelo, el genial Lope de Vega , […]
[…] “Felix Lope de Vega y Carpio: A mis soledades voy”: AQUÍ […]