Maestros del paisaje: José María Mallol Suazo

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José María Mallol Suazo

Nació en Barcelona, en 1910.
Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, en la que tuvo como maestros a Félix Mestres y Ramón Alsina, de los que sería su alumno más aventajado.


Fue académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, y expuso en las más importantes ciudades españolas, en diversos países europeos, de América latina y en Estados Unidos.

En Barcelona, lo hizo de forma regular hasta la década de 1940, en las Galerías Gyra, y desde entonces hasta su muerte en la Sala Pares.

Con solo veinte años de edad logró el Premio del Ayuntamiento en la Exposición Nacional de Primavera de Barcelona, en 1936.

Pasado el paréntesis de la guerra civil española, comenzó la que sería su brillante carrera.

Obtuvo el Premio Nonell, uno de los más prestigiosos premios concedidos en Cataluña. Público, críticos y coleccionistas le darían fama y éxito.

Su pintura sería una gran influencia para los jóvenes pintores de su época.

En los años siguientes seria premiado de nuevo en numerosas ocasiones, entre otras obtuvo la Medalla de Bellas Artes de Barcelona en 1942 y 1944, y siete años más tarde, la de la Bienal Hispanoamericana de Madrid.

Tras estos éxitos, se convertiría en uno de los pintores más cotizados en España.

Siempre se mantuvo alejado de los movimientos vanguardistas, que lograron eclipsar su pintura en sus últimos años.

Había sido el continuador de los grandes maestros catalanes de finales del siglo XIX: Isidro Nonell, Santiago Rusiñol, Ramón Casas Carbó y Canals, entre otros, empeñado en conservar los cánones clásicos de los citados pintores.

Sus telas fueron, por tanto, fueron una extensión del realismo renacentista que tan importante fue para el arte en Cataluña.

Practicó el realismos en sus inicios, el modernismo figurativo, y el postimpresionismo en su etapa más madura, pero siempre fue absolutamente academicista, practicando una magnifica técnica y una rica y luminosa paleta de colores.

Hay que destacar sobre todo, sus paisajes, en los que dejaba su personal impronta, sus bodegones y sus magníficos retratos, en los que destacaba, con un preciosismo notable y una exquisita delicadeza, cuidando con minuciosidad el color y las formas.

Murió en Barcelona, el 22 de agosto de 1986.

*Entrada publicada en este blog el 14 de diciembre de 2011. Ha sido actualizada y ampliada con más de 60 nuevas obras el 22 de agosto de 2023.