Sevilla: Las palomas de la Plaza de América bajo la lluvia

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Llueve en Sevilla…

Por fin hoy llueve en Sevilla, y si bella está con sol, los colores del otoño y empapada de agua de lluvia, para mí lo está doblemente; esta mañana me he adentrado en mi Parque de María Luisa, en uno de esos días que más me gusta, casi vacío, sin turistas, para mi sola…
He entrado por la Plaza de América mientras caía un buen chaparrón, y a llegar a la Glorieta de las Palomas, me he encontrado con una imagen totalmente inusual, sin niños correteando detrás de ellas, ellas aguantaban estoicas la lluvia que les caía, sobre los bancos, las fuentes y los cercados de los jardines, pero mejor, lo veis en las fotografías que os dejo.
Después salió el sol, siempre sale, y el Parque se llenó de luz del sol que se reflejaba sobre los charcos y los árboles, esas fotos, las dejamos para una próxima entrada.

«¡La muerte, aquí, frente a esta augusta calma
del mar antiguo,
en soledad sonora!…
Pero algo bulle en mi raíz de tierra
que opone, dulce su repulsa leve…
¡Sin mares ni colina,
allá en la dura
tierra caliente, en mi Sevilla eterna!.»

Joaquín Romero Murube

«…
Un cachito e tierra
e un cachito e gloria
se puso a echá flores,
se puso a echá rosas,
claveles y azahares,
y nardos y aromas
(¡vamos que las plantas
se volvieron locas¡),
y salió aquel parque… «

José Antonio Cavestany

 «Sevilla»

Torres con alas de oro,
que sueñan distancias,
calles con sombras de siglos,
y nardos de plata.
Cantes que arañan estrellas,
que arañan el alma,
noches reflejos de un río,
que quiso ser mar,
que quiso ser mar.

Sevilla,
verde claridad sonora,
verde tierra, azul el aire,
donde el agua adormecida,
de una torre se enamora.
Sevilla,
verde claridad sonora,
de andaluzas soledades,
fuego, nieve, llanto y cante,
Sevilla, Sevilla, Sevilla.

Cantes que arañan estrellas,
que arañan el alma,
noches reflejos de un río,
que quiso ser mar,
que quiso ser mar.

Sevilla,
verde claridad sonora,
verde tierra, azul el aire,
donde el agua adormecida,
de una torre se enamora.
Sevilla,
verde claridad sonora,
de andaluzas soledades,
fuego, nieve, llanto y cante,
Sevilla, Sevilla, Sevilla

De: Manuel Alejandro y Beigbeder