Besapié del Cristo de la Caridad: H.de Santa Marta – 29 de Marzo 2009

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Real Hermandad Sacramental de Santa Marta

Besapié del Cristo de la Caridad. 29 de Marzo 2009.
Iglesia de San Andrés. Sevilla

El Cristo de la Caridad es una magnífica figura yacente, realizada a partir de un modelo en barro en tamaño natural, el busto se conserva en la Hermandad. La imagen, totalmente tallada en madera y policromada tiene un gran realismo y signidficado religioso, con una soberbia cabeza, sin corona de espinas, amplia cabellera que enmarca el sobrecogedor rostro en el que se pueden ver los rasgos de la muerte trágica.

El cuerpo posee un notable movimiento, flexionándose en ángulo en la cintura y las rodillas para ser llevado sobre una sábana por los Santos Varones hacia el Sepulcro, forman un dinámico grupo en diagonal, de izquierda a derecha, de magnifico movimiento barroco.

Se destaca, junto a la admirable anatomía, el magistral brazo derecho desprendido y el breve sudario de talla que deja al descubierto toda la cadera derecha y la expléndida policromía con la que la dotó su autor en la restauración que hizo en 1977, así mismo es de un extraordinario realismo la pintura de la sangre que brota del costado, rodillas y llagas del Señor.

Acompañan al Cristo en el Paso de Misterio, Nuestra Señora de las Penas, de Sebastián Santos Rojas (1957). La imagen s es una obra de madera policromada, de gran envergadura.

Posee siete lágrimas que brotan de los bellos y grandes ojos de cristal. La encarnadura, de técnica oleosa pulimentada, es de tono rosáceo pálido en las mejillas, ojos, cuello y manos, y ocre marfileño en el resto. Las manos presentan los dedos estilizados y algo flexionados. Según el hijo del autor y estudioso de la obra de Sebastián Santos: «esta Dolorosa de gran belleza y corrección de líneas pertenece a la etapa de grandes realizaciones. Condensa lo mejor de todas las anteriores».

Entre la prolífica producción de su autor, esta Dolorosa de las Penas se considera realizada en su época de madurez (1951-1965) «reflejando el talante propio de las mejores Dolorosas de Sebastián Santos», siendo la cuarta que ejecuta para la ciudad de Sevilla, tras la del Refugio de San Bernardo (1938), Concepción del Silencio (1954), y la de los Dolores del Cerro del Águila (1955).

La imagen de Santa Marta es así mismo obra de Sebastian Santos de 1950. La primera Junta de Gobierno de la Hermandad de Santa Marta encarga a Sebastian Santos la imagen de la Santa haciendo constar en el contrato la cláusula «Que pueda salir en gloria y pasión», idea que el imaginero plasmó a la perfección en esta escultura, cuya fisonomía completa, de una belleza y serenidad exquisita deja vislumbrar tanto la cercanía de la Santa con el Redentor en su casa de Betania, así como los momentos dramáticos y cruciales de la Pasión, en cuyo misterio se integraría más adelante.

Esta efigie hagiográfica de vestir es admirable por el suave modelado de su rostro, con una mirada certera y la inconfundible nariz de raíz hebraica, enmarcado por el negro cabello que se recoge tras las orejas.  La sagrada imagen porta en sus manos durante todo el año los atributos característicos de su iconografía, según «La Leyenda Dorada» de Jacobo de la Vorágine: el acetre del agua bendita en la derecha y el hisopo en la izquierda, que son trocados por los tres clavos del Redentor en el paso procesional para la Estación de Penitencia.

Las demás imagenes del misterio son del magnifico imaginero: Luis Ortega Bru que las realizo entre los años 1951-52

Fuente: Hermandad de Santa Marta.