«… Llevas contigo, en los guantes colgados de un hilo
al cuello,
los cuervos, el tren de cercanías, la juventud tan indispensable…»
DF
«Si hasta la eternidad…»
Si hasta la eternidad va a ser color ceniza
igual que estos días que amontonan
sus blandos huesos unos contra otros,
creo que habré de aceptar vuestra sonrisa,
pero en la comisura, la gota de saliva también,
y aceptar esa virtud con la que, amor mío, te embalsamas,
pero tu santa disipación también
ramera hogareña,
y aceptar mis ráfagas de desespero
donde el compadecerme de mí mismo halla cobijo…
Qué música tan fría llevan las nubes hacia el sol,
podrías dibujar sobre la luz los caminos de ceniza…
Yo ni siquiera hoy, en mi póstuma juventud,
no atino a manejar los reactivos de la explosión
en la cámara que hay bajo el esternón:
la fusión de la semilla de tristeza
con la alegría que ella misma expresa…
¡de pronto, una llama tenue!
Luego la noche me coloca sobre el rostro
la máscara de oro de los faraones; puedo ver
en árboles de mi infancia, nidos de primaveras
de antaño,
con pájaros llegados de otro mundo…
Tiendo la mano y encuentro a la serpiente…
Me baño en el río de la sierra y salgo sin mojar…
Y por encima de montañas floto, pero el aire
me rechaza…
Alcanzo el puerto de partida, y es demasiado tarde…
Demasiado tarde, demasiado tarde en todo.
Los buitres cubren las estrellas…
Dinu Flamand
De: “En la cuerda de tender”
Traducción e introducción de Catalina Iliescu Gheorghiu
Ed. Linteo Poesía – 2012©
ISBN: 978-84-96067-83-7
Dinu Flamand nació en Susenii Bargaului, condado de Bistrita-Nasaud, Rumanía. el 24 de junio de 1947.
También de Dinu Flamand en este blog:
«Dinu Flamand: A mí no, de En la cuerda de tender» AQUÍ
«Dinu Flamand: Acurrucado»: AQUÍ
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