Antoni Clavé: Abstracción y Escuela de París

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Antoni Clavé

Nació en Barcelona, el 5 de abril de 1913.
Pintor, escenógrafo, litógrafo y escultor abstracto formó parte de la conocida como Escuela de París.

Se formó en la Escuela de Arte de Barcelona, mientras trabajaba como pintor de brocha gorda, haciendo dibujos para cómics infantiles y carteles. Practicó también en ese tiempo el collage a la vez que pintaba.

Durante la guerra civil española luchó en el bando republicano por lo que hubo de refugiarse en Francia en 1939 tras acabar la contienda.
A su llegada a París, comenzó a ganarse la vida como ilustrador.

Expuso por primera vez de forma individual en 1940 en una librería parisina.
Pero fue en 1941, después de conocer y admirar la pintura de Vuillard y Bonnard, cuando decidió tomarse en serio dedicarse a la pintura.

En 1944 conoció a Pablo Picasso , siendo un impacto que su pintura, a partir de entonces muestra la clara influencia de la del pintor malagueño; comienza a pintar reyes, arlequines, y bodegones, que era la temática picassiana más frecuente en ese tiempo.

Realizó diseños para el Ballet de la Ópera de 1946 a 1954, y continuó ilustrando libros, hasta que optó por dejar cualquier otra actividad para concentrarse sólo en la pintura.

Comenzó a incorporar elementos de collage en 1956 en muchos de sus cuadros, que gradualmente fueron cada vez más abstractos.
En la década de 1960 realizó un homenaje a El Greco, en una época en que sus obras reflejan las influencias recibidas de los clásicos y los maestros del barroco, es especialmente notable la serie del caballero de la mano en el pecho, tema que será recurrente en sus futuras pinturas. Es en este momento cuando da el paso definitivo a la abstracción.

En 1978 el Museo Nacional de Arte Moderno de París, actual Centro Georges Pompidou, le dedicó una retrospectiva que convirtió a Clavé en uno de los artistas de más prestigio de su generación.

En la década de 1980 dedicó una serie de obras a Pablo Picasso que tituló «A don Pablo», sus obras se caracterizan por la recreación de texturas dentro de la abstracción, y la utilización frecuente del papier froissé.

En 1984 se reconoció en España su valía artística, exponiendo más de cien de sus obras en el Pabellón Español de la Bienal de Venecia. Ese mismo año le fue concedida la Medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña.

Murió en Saint-Tropez, Francia, el 30 de agosto de 2005.
Sus obras están presentes en los más importantes museos de arte contemporáneo del mundo. El Museo Reina Sofía de Madrid alberga  seis magníficas de ellas.

*Entrada publicada el 5 de mayo de 2013. Ha sido actualizada y ampliada el 5 de abril de 2022.