«… Es la lluvia, con su tropa en silencio, con su milicia derrotada quién baja
y me despierta. La amanecida es un espejo roto…»
«El demonio»
En ningún lugar
es venerado tanto nuestro demonio
como en las iglesias. Esta es la casa
de su infancia, y su sucio hospital. Y pasea ─¿qué impulso
o deseo mortal nos traicionó?─, vive
de las casullas, duerme bajo el oscuro
rincón de las sotanas. Nada amanece
tan borracho como él. ¡Subir, y poder maldecir allí
a la vida! Pero siempre, siempre se nos acuesta
con el ama del cura, nace
de entre las cortas
faldas de nuestra orfandad.
Prueba, prueba el mal vino
de nuestra sacristía, de nuestro atrio
o corazón en vela. ¿Sólo aquí es alabanza?, ¿sólo aquí se discute
su falso precio?, ¿su sombra
falsa y sin aventura? Miel
que comeríamos, si llegase a cuajar. Mas como el duende
de la niñez, nuestro demonio crece
por nuestra sangre, bajo la pálida vigilia
de nuestro miedo. Como
una vieja mañana, piso su habitación. ¡Oh, niños
rosarieros! No más, no más
llanto sobre la noche; nunca la voz, el alto
vicio y escándalo
de nuestra soledad, de vuestra sola
mirada sin perdón.
¡Oh!, hueco raso del día,
que es ya la noche; acude, abre las puertas tú, deja
que la mañana pise nuestra alcoba. Aquí,
no fue el tranquilo
respirar de las sombras; no en el rincón de casa
vivió el duende, ni bajo la chimenea de nuestro ocio
guisó su caldo, mojó sus hierbas, sus crisantemos, hizo
sus recetas, sus fórmulas
para la salvación. No en este trago seco
de aguardiente o anís; ni tras la lumbre
de las putas viejas, hartas
de malicia y recados, de chismes y visitas,
se esconde. Ni en la mano invisible
del ladrón, él está. ¿Dónde entonces?,
¿dónde tú, bestia inútil, animal sin dueño?, ¿dónde
tu presencia, que yo tanto he buscado?
Siempre
bajo el reclinatorio de la incertidumbre, a la sombra del púlpito, cerca
del frescor de la cúpula, de nuestro ser, en vano.
Perdida
la memoria de dios, el fraile
sólo a ti acude, y por huir de ti
te toca el ala. ¡Oh!, llegan los ángeles, nacen
de tu cuerpo los ángeles: en él tiembla
su amor. De qué odres o sombras
de mi vida naciste tú; en qué viejos altares
o sacrificios de mi sangre, recé por ti. Canta
en la seca llanura del deseo
mi infancia. Ven, ven como entonces, come
tú de mi bajo
ser que en ti anida. Gracias a ti
es la ciencia y el mundo.
¡Ah, si al fin tú existieras!
Diego Jesús Jiménez
De: «Fiesta en la oscuridad» – 1976
Bartleby Editores (Reedición) – 2006
ISBN: 9788495408570
Diego Jesús Jiménez nació en Madrid, el 24 de diciembre de 1942.
Poeta, pintor y periodista, encuadrado entre la generación del 50′ y los Novísimos, sin embargo su obra se independiza de estos modelos. Posee un cierto carácter visionario, aunque legible, que algunos críticos han definido como neorromanticismo cívico.
En la década de 1970 fundó la colección de poesía Alfa de Editora Nacional, de la que fue despedido en 1977 a causa de su defensa de las libertad durante la transición democrática.
Después de una intensa militancia política, a partir de 1982 se dedicó en exclusiva a la pintura y a la poesía.
Expuso por primera vez en junio de 1991 en la Galería Kreisler de Madrid.
Obtuvo entre otros muchos galardones:
El Premio Adonais por La ciudad, en 1964.
El Premio Fray Luis de León de Poesía y el Premio Nacional de Poesía en 1997 por Itinerario para náufragos.
Como pintor realizó su primera exposición pública en junio de 1991 en la galería Kreisler de Madrid.
Murió en Madrid, el 13 de septiembre de 2009.
También de Diego Jesús Jiménez en este blog:
«Diego Jesús Jiménez: Río Escabas»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Nunca lo olvides…»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Ronda de las piedras»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Ronda del aire III – Sé que hago mal…»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Ronda de la noche (I)»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Ronda del hombre (I)»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Ronda del hombre II»: AQUÍ
«Diego Jesús Jímenez: 11 de marzo»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Se ha plantado el invierno…»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Espacio para un sueño»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: El silencio»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Jaula»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: El demonio»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Homenaje a Federico García Lorca»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: El temblor del silencio»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Escombros de la luz»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: La casa»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Color solo»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Arcángel de ceniza»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Ángel de la oscuridad»: AQUÍ
«Diego Jesús Jiménez: Coro de Ánimas»: AQUÍ
Bibliografía poética:
Grito con carne y lluvia, Cuenca, Imp. Minerva – 1961. Premio del Club Internacional de Poesía de Jerez de la Frontera, Cádiz.
Ámbitos de entonces, Palencia, Rocamador, 1963. Finalista del premio «Eduardo Alonso» – 1973
La valija, Bilbao, Alrededor de la mesa – 1963
La ciudad, M., Col. Adonais – 1965 (Premio Adonais 1964) – Reeditado en 2015 por Bartleby Editores
Coro de ánimas, M., Biblioteca Nueva, 1968 (Premio Nacional de Literatura)
Fiesta en la oscuridad, M. Dagur – 1976. Premio Bienal de Zamora
Sangre en el bajorrelieve, Premio Internacional El Olivo de Jaén – 1979
Bajorrelieve, Huelva, Diputación – 1990 (Premio Juan Ramón Jiménez 1990)
Poesía (1960-1990) – 1990
Interminable imagen – 1995, Premio de Poesía de Villafranca del Bierzo
Itinerario para náufragos, – Visor, 1996 – Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma de 1996, Premio de la Crítica 1997, y Premio Nacional de Literatura 1997
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