Govert Flinck: El mejor barroco de Amsterdam

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Govert Flinck

Govert (o Govaert) Teuniszoon Flinck nació en Clèves, una provincia del Bajo Rin holandés, el 25 de enero de 1615.
Pintor del barroco, fue inicialmente comerciante de telas.


Con catorce años de edad inició su formación artística con el pintor de Leeuwarden Lambert Jacobsz, en cuyo taller coincidió con Jacob Adriaensz Backer.

Con 18 años de edad, marchó a Ámsterdam con el fin de completar sus estudios con Rembrandt, con el que colaboró durante tres años. En ese tiempo vivió en casa del marchante Hendrick van Uylenburgh.

En 1636 abrió un taller donde produjo sus primeras obras conocidas, entre ellas: «Los pastores», «Rembrandt como pastor», actualmente albergados en el Rijksmuseum de Ámsterdam, su primer cuadro temático: «Isaac bendiciendo a Jacob», de 1638, «Los cuatro guardias cívicos», de 1642, y «Los doce mosqueteros con su presidente en una butaca», de 1648.

Pero de esta época, destaca sobre todas: la «La Paz de Münster», un lienzo con diecinueve figuras de tamaño natural, de caras muy expresivas, con colores radiantes que recuerdan sin duda a Rembrandt, y distribuidos de forma admirable.

En todas ellas, se puede apreciar la fuerte influencia de van Rijn, influencia que perduró hasta el final de la década de 1640.
Poco a poco su estilo fue madurando para poder adaptarse a las demandas, más refinadas y exquisitas de la alta burguesía en Holanda, más próximo a pintores como Bartholomeus van der Helst y a los barrocos flamencos, de hechura más elegante.

Fue pronto muy admirado y respetado, llegando a su taller numerosos encargos de las clases altas, de los miembros del poder, tanto de la ciudad como de otras del país.

Obtuvo el mecenazgo de Juan Mauricio de Nassau, quien fue nombrado estatúder de Cléveris en 1649.
Realizó retratos de gran formato en grupo y de próceres nacionales, entre ellos, de los almirantes Tromp y de Ruyter, y el del poeta Joost van den Vondel. Así mismo recibió encargos del príncipe Federico Guillermo de Brandenburgo.

En 1655 le fue encargado, junto a otros realizar la decoración del Nuevo Ayuntamiento de Amsterdam, cuyas obras acababan de finalizarse. Para tal fin pintó para la Sala del Burgomaestre, «Marcus Curtius rechazando los regalos de los samanitas», con el que logró un éxito tan grande que le fue encargado decorar con otras doce pinturas de historia para la Gran Galería.

Sin embargo a los pocos meses, y sin poder llevarlo a cabo, murió en Ámsterdam, el 2 de febrero de 1660.
En España sólo contamos con dos de sus obras, «Retrato de un caballero», en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid, y «Cabeza de negro», de 1640, en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.

*Entrada actualizada y ampliada el 2 de febrero de 2024.