«… me sentaré tranquilo,
con un bolígrafo en el aire
a desangrar los restos de la noche.»
«Baudelairesca»
Esas muchachas que pasan por mis ojos
desconocen que hubo un poeta francés,
que pudo ver más allá de ellas
y desde su infierno las convirtió en carroña.
Sin embargo ellas hablan,
fuman desmesuradamente,
se mojan los labios
con el agua del sol
y parecen volar
al ritmo del albatros.
Alguien me dice que el tiempo se detuvo.
Yo podría escribirles elegías,
invitarlas a beber el ocaso
o denunciarlas ante la corte
de los falsos poetas,
pero aún no sé
si ese gesto que tienen en el rostro
es el resabio de una leve sonrisa,
una expresión de euforia
o una imagen distorsionada
producida por la lágrima en mi ojo.
Y, entonces, me limito
a trazar nuevos planes,
como sobrevivir,
y repasar las páginas
de aquel poeta francés
que fue ignorado igual,
un día como hoy,
bajo el pliego de la historia.
Juan Carlos Olivas
De: “Mientras arden las cumbres”
Editorial Universidad Nacional – 2012©
ISBN 978-9977-65-370-9
Juan Carlos Olivas Arce nació el 23 de octubre de 1986 en Costa Rica.
*La imagen es un óleo de Leo Vicent
Podéis seguirle y conocer su obra en su cuenta de Facebook: AQUÍ
También de Juan Carlos Olivas en este blog:
«Juan Carlos Olivas: El enterrador, de Mientras arden las cumbres»: AQUÍ
«Juan Carlos Olivas: Elegía del poeta que vuelve»: AQUÍ
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