Refranero y Frases.

Adolfo Bioy Casares: Sus frases

septiembre 15, 2024


El mundo atribuye sus infortunios a las conspiraciones y maquinaciones de grandes malvados. Entiendo que se subestima la estupidez.
ABC

Adolfo Bioy Casares

En el aniversario de su nacimiento, mi recuerdo para el escritor argentino.

Algunas de sus frases:

Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.

Creyó por primera vez entender porqué se decía que la vida es sueño: si uno vive bastante, los hechos de su vida, como los de un sueño, su vuelven incomunicables porque a nadie interesan.

El miedo lo vuelve a uno supersticioso.

El mismo lobo tiene momentos de debilidad, en que se pone del lado del cordero y piensa: Ojalá que huya.

El recuerdo que deja un libro a veces es más importante que el libro en sí.

En la vejez todo es triste y ridículo: hasta la muerte.

Escribir es agregar un cuarto a la casa de la vida.

Hay tanta gente que escribe para lucirse. . . Yo empecé así y fracasé hasta el día en que olvidé esas pretensiones.

La eternidad es una de las raras virtudes de la literatura.

La vida es difícil. Para estar en paz con uno mismo hay que decir la verdad. Para estar en paz con el prójimo hay que mentir.

La vida es una partida de ajedrez y nunca sabe uno a ciencia cierta cuándo está ganando o perdiendo.

Llega un momento en la vida en que, haga uno lo que haga, solamente aburre. Queda entonces una manera de recuperar el prestigio: morir.

Mi desvelo fue siempre persuadir a la mujer de que no la engaño. A esta no podré persuadirla jamás de que no la quiero.

No me gusta nada la idea de morir. Si pudiera vivir quinientos años aceptaría y pediría: ¿No puede darme unos más?

Revolución: Movimiento político que ilusiona a muchos, desilusiona a más, incomoda a casi todos y enriquece extraordinariamente a unos pocos. Goza de firme prestigio.

Toda máquina está en proceso de extinción.

Un médico es la conjunción de un guardapolvo, un estetoscopio y una jerga.

Famosas son sus Cartas a Silvina Ocampo:

París, 6 de octubre de 1967

«Mis queridas: Ayer, increíblemente, visité el Louvre (una entrada por salida, que me dejó anímicamente arrodillado de respeto; qué maravilloso el retrato del hombre con el guante, del Tiziano). Las cours interiores, con estatuas en la cornisa, con caballos en frisos, con unas escaleras complicadas, más amplias y serenas que las de Fontainebleau, me dieron particulares nostalgias de estar mirándolas y comentándolas con ustedes…

Comí en Fouquet’s y, muerto de sueño, vaya uno a saber por qué, tras dos calzoncillos lavados, me dormí. Hoy llueve.

Las extraño. A.»

Biarritz, 25 de agosto de 1967

«Mi querida: Estoy leyendo con agrado un libro de Vidas de C.P. Snow; Einstein, contra quien tenía prejuicios, resulta muy simpático. Dice que la dicha es conveniente para la creación; no es romántico; afirma que una persona demasiado interesada en sí misma no puede atender a la realidad ni empezar a entenderla A mí me enconaba instintivamente contra él la circunstancia de que, admitida la relatividad, la ley de la causalidad no regía en lo que es muy chico ni en lo que es muy grande. Parece que esta consecuencia, admitida por todos los físicos, lo contrariaba; decía que para nada Dios jugaba a los dados y murió buscando lo que se designa como la «unificación del campo», es decir una fórmula que restableciera la ley de causa y efecto para todo el universo.

Creo que esta noche veré unos partidos importantes de gran chistera; lo que hace uno cuando deja de ser el de siempre, para convertirse en turista. El toque snob. Mis compañeros de hotel, los duques de Windsor. A Wally Simpson la encontré dos veces; una, venía como yo, con paquetes, del centro. A él lo vi anoche; muy viejito, quizá con artrosis, muy colorado, hablando a gritos con el habano en la boca, con smoking de pantalones más anchos que los de nuestros vecinos los rusos de la calle Posadas. Pasé ayer un día de descanso, no porque estuviera cansado, sino porque no había sol y porque para salir al pays en automóvil me faltaban ganas. Almorcé en L’Escale, al borde de la pileta de la playa La Chambre d’Amour; comí en el hotel.

La salud está impecable, aun en pormenores nimios.

Las abrazo. Las quiero. A.»

Adolfo Bioy Casares

Adolfo Bioy Casares nació el 15 de Septiembre de 1914 en Buenos Aires.
Escribió su primera novela con 15 años de edad: «Iris y Margarita»; a los 14: «Vanidad o una aventura terrorífica».
En 1932 conoció a Jorge Luis Borges y dos años después a Silvina Ocampo, ambos le convencieron para dejar sus estudios y dedicarse por entero a escribir. Con Silvina se casaría en 1940, y en ese mismo año publicó: «La invención de Morel», su obra mas reconocida, convertida hoy en un clásico en la literatura contemporánea.
Formó junto a Borges por años un fantástico dúo que produjo obras tales como: «Un modelo para la muerte», «Libro del cielo y del infierno», y «Las crónicas de Bustos Domecq».
A lo largo de su vida fue reconocida su obra con numerosos premios y galardones, entre ellos en 1990 el Premio Cervantes.
Murió en Buenos Aires, el 8 de marzo de 1999.

Bibliografía:

Novelas:

La invención de Morel (1940)
Plan de evasión (1945)
El sueño de los héroes (1954)
Diario de la guerra del cerdo (1969)
Dormir al sol (1973)
La aventura de un fotógrafo en La Plata (1985)
Un campeón desparejo (1993)
De un mundo a otro (1998)

Cuentos

La trama celeste (1948)
Historia prodigiosa (1956)
Guirnalda con amores (1959)
El lado de la sombra (1962)
El gran serafín (1967)
El héroe de las mujeres (1978)
Historias desaforadas (1986)
Una muñeca rusa (1990)
Una magia modesta (1997)

Antologías de relatos:

Historias fantásticas (1972)
Historias de amor (1972)

Ensayos:

La otra aventura (1968)
Memoria sobre la pampa y los gauchos (1970)
Diccionario del argentino exquisito (1971), Diccionario de palabras que no deberíamos utilizar.
De jardines ajenos: libro abierto (1997), recopilación de frases, poemas, y miscelánea diversa, editada en colaboración con Daniel Martino
De las cosas maravillosas (1999)

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1 Comment

  • Reply Bitacoras.com marzo 8, 2016 at 2:36 am

    Información Bitacoras.com

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