Lucas van Leyden: El Renacimiento Holandés

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Lucas van Leyden

Lucas Hugensz, que era su nombre real, nació en 1494, en Leiden, Países Bajos.
Está considerado uno de los representantes de la pintura de género holandesa y uno de los más grandes grabadores de toda la historia del arte.

En su producción se observa la influencia de la pintura italiana, que debió conocer a través de los grabados de Marcantonio Raimondi y de las obras de Jan Gossaert.

Fue muy admirado en su tiempo y aunque no tuvo discípulos ni ayudantes, si tuvo muchos seguidores.
Se formó inicialmente en el taller de su padre, también pintor, y posteriormente con el pintor Cornelis Engelbrechtsen.

Desde muy joven fue palpable su gran aptitud para el grabado, uno de sus primeros trabajos con esa técnica lo hizo con apenas trece años, en 1508, una «María Magdalena en el desierto». Realizó además de sus pinturas más de 200 grabados y xilografías, fundamentalmente de temática religiosa.

En sus pinturas, de carácter monumental en cuanto a sus composiciones, podemos ver grandes áreas en perspectiva, minuciosidad en los detalles, tanto de los ropajes como del naturalismo.

Es fácilmente detectable desde sus primeras obras la influencia de Alberto Durero, al que conoció durante el viaje que el alemán realizó a los Países Bajos. El encuentro tuvo lugar en 1521 en Amberes y en él intercambiaron grabados y Durero dibujó su retrato, que se conserva en el Musée des Beaux-Arts de Lille.

Desde ese momento, es importante la influencia del Renacimiento italiano en la obra de van Leyden,  interesándose sobre todo en los desnudos y los temas mitológicos.

En sus últimas obras se observan cambios en su pintura tras recibir  la influencia del manierismo francés, que se iniciaba y de Jan Gossaert.
Sus grabados, autenticas joyas se pueden ver en diferentes museos y bibliotecas de todo el mundo.

Por otra parte, de entre sus pinturas que según los críticos de arte, son menos logradas, destacan: «El Juicio Final»,actualmente en el Museum de Lakenha  y «Cristo presentado al pueblo».

Su biógrafo Van Mander mencionó cuatro pinturas que se consideran, dentro de su producción, obras maestras están fechadas entre 1522 y 1531 y su temática es religiosa.

En España podemos ver  su «Partida de cartas» en el» Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. En esta tabla podemos ver a dos hombres y una mujer, jugando una partida de cartas, interpretado como una alegoría al amor, en la que el joven de la izquierda que sostiene el rey de picas en su mano sería el ganador. Así mismo se ha dado otro posible significado político de la obra, que identificaría a los personajes, de izquierda a derecha, como el emperador Carlos V, Margarita de Austria, regente de los Países Bajos, y el cardenal Thomas Wolsey, embajador de Enrique VIII de Inglaterra, que aludiría a un posible pacto de estas tres potencias en contra del monarca francés.

Una temática frecuente en su obra fue la de los juegos de mesa, casi siempre en interiores oscuros, como en la temprana obra «Los jugadores de ajedrez», datado hacia 1508, actualmente en la Gemäldegalerie de Berlín; en «La adivina», en el Museo del Louvre, fechada también hacia esos años; o en «Los jugadores de cartas», de hacia 1515, de la colección Earl of Pembroke, donde el pintor abrió la estancia a un sencillo paisaje.
Murió en Leiden en 1533.

*Esta entrada fue publicada en este blog el 12 de mayo de 2011. Ha sido actualizada y ampliada el 20 de marzo de 2018.