El realismo de José Garnelo y Alda

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José Garnelo y Alda

Nació en Enguera, Valencia, el 25 de junio de 1866.
Con sólo dos años de edad se  trasladó junto a su familia a Córdoba.

Comenzó la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad de Sevilla, que abandonó para ingresar en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, donde estudió pintura de 1863 a 1865, y donde ya logró varios premios.

En 1885 se trasladó a Madrid en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la que tuvo como maestros a Casto Plasencia, Carlos Luis de Rivera y Dióscoro Puebla, entre otros. En el curso 1865-1866 obtuvo una Medalla de Colorido.

En 1887 ganó la segunda medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes con su pintura «La muerte de Lucano». Un año más tarde, con «El centauro Nesos», logró una beca para ampliar sus estudios en Roma, donde pintó «La madre de los Gracco».

En 1890 logró la segunda medalla en la «Exposición Nacional» con «Duelo interrumpido», y en 1892 la primera medalla de la misma Exposición con «Cornelia».

En 1893 fue nombrado profesor de la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza y ganó la primera Medalla de la Exposición de Bilbao con la pintura «Magdalena».

En 1894 ganó el certamen que organiza la «Real Academia de Bellas Artes de San Fernando» de Madrid con «Cultura española a través de los tiempos».

En 1895 ingresó en la Academia de Bellas Artes de Barcelona y fue nombrado director de la Academia Española de Bellas Artes de Roma.

En 1901 pintó el cuadro «Manantial de amor». En la «Exposición Internacional de Bellas Artes» que se organizó para conmemorar el IV Centenario del Descubrimiento de América, logró la Primera Medalla con el cuadro «Los primeros homenajes del nuevo mundo a Colón».

En 1915 fue nombrado subdirector del Museo del Prado de Madrid. Años más tarde pintó varios retratos de la familia real española, destacando dos obras de Alfonso XIII conservados en el Museo Español de Arte Contemporáneo y en el Palacio de Aranjuez.

En 1929 comenzó a realizar algunas pinturas de tema religioso.
Su última exposición la realizó en Barcelona en 1942, en las que presentó obras como «Las tres Gracias» o «Alma Española».

Se le concedieron los títulos de Comendador de número de la Orden de Alfonso XII, Pintor de Corona, y Caballero de la Real Orden de Carlos III.

En el asilo de ancianos desamparados de Montilla se conservan los frescos que realizó para las capillas, y varias pinturas de temas montillanos, entre ellas un cuadro que representa el milagro realizado por San Francisco Solano en el barrio de Tenerías, albergado en la iglesia parroquial de Santiago en Montilla.

Otras obras suyas son los murales del antiguo Convento de Salesas de Madrid, y el Salón del Palacio de la Infanta Isabel.

En el Museo de Bellas Artes de Valencia, se conserva la obra «La canzonetista Pepita Sevilla», de 1887, y «La muerte de San Francisco» de 1916.

Murió en Montilla, Córdoba, el 28 de octubre de 1944, siendo enterrado en el panteón que la familia posee en la cripta de la parroquia de Santiago en Montilla.

*Entrada publicada el 26 de mayo de 2011. Ha sido actualizada y ampliada el 25 de junio de 2018.