La tia Vicky: Soledad elegida

Soledad Elegida

En mi generación, respecto al matrimonio, te enseñaban a ser sumisa, discreta y resignada. El hombre siempre tenía la iniciativa.
Con estas premisas, te conviertes en ama de casa carente de relaciones exteriores,exceptuando las que existen en el entorno de tu marido.
Atrás dejas amigos de juventud, actividades elegidas como teatro amateur, música, pintura, etc.
Aparte de tus hijos, observas como tu vida va perdiendo sentido. No encuentras en tu pareja el amigo, el marido, el amante, el padre para tus hijos……
Eres infeliz , te sientes menospreciada y aún así, eres incapaz de rebelarte, de abandonar esa triste situación. Ves con claridad que si tomaras las riendas de tu vida, toda tu familia va a sufrir mucho y no te atreves a dar el paso. Los conocimientos adquiridos en la infancia y adolescencia quedan marcados en el cerebro para siempre.
Sigues perpetuando una forma de vida a la que no perteneces, ni desearías pertenecer. Te crees incapaz de salir adelante sola. Todos tus temores se hacen presentes.
Cuando por fin tomas la decisión inapelable de elegir tu soledad, tienes nudos en la garganta, retortijones, opresiones por todo el cuerpo….Pero cuando el primer día de tu nueva vida, te despiertas y miras al otro lado de la cama, compruebas, dichosa, que tu pesadilla ha desaparecido.
Has sido capaz de hacer sola la mudanza de una ciudad a otra muy alejada. Te reincorporas a tu nuevo destino laboral, hablas con el Director del nuevo colegio, llegan nuevas amistades. Colocas cuatro azulejos que se han desprendido de la pared del cuarto de baño, cuelgas tus cuadros perforando la pared con el taladro que te acabas de comprar y que nunca habías usado, (me habría dicho, » Deja eso que no tienes ni idea).
Redactas un recurso contra una multa por exceso de velocidad, impuesta sin razón y lo ganas. Y así sucesivamente, todo va saliendo bien.
Vas tomando seguridad en ti misma poco a poco. Disfruta de tu nuevo espacio en soledad y cambias de actitud ante la vida. Y cuando algo no sale como habías previsto, no tienes que dar explicaciones, ni pedir excusas a nadie. Eres dueña y responsable de tus propias decisiones.
Te preparas para afrontar en soledad los varapalos que la vida te depare.
Ahora viajo, a veces sola, y en el avión o en el tren, siempre encuentro quién me presta su amistad durante el viaje.
A cada nuevo paso que das, de los que antes no te atrevías a dar, te sientes mas completa, creces como persona.
La capacidad que hemos tenido muchos de elegir nuestra soledad, no tiene porque generar egoísmo, así como soy más feliz, también quiero que los que me rodean y los que se acerquen a mí, estén felices en mi compañía.

(La tía Vicky)

Amparo Bernal.

*La fotografía es de Alejandro