«…Déjame los tiempos quemados,
las llamas viejas,
el sonido vacío
de los nombres que vibraron.»
SA
Hace unos días llegó a mi casa un regalo, un sobre lleno de versos, el último libro publicado por Sergio Astorga que traía olores de la ribera del Douro por Oporto, y unos fantásticos dibujos para acompañar una bellísima dedicatoria.
Gracias Sergio, por el libro, por supuesto, por la dedicatoria, pero sobre todo por tu afecto y tu amistad.
Y contando con tu permiso, voy a compartir una muestra de tu «Temporal» con los amigos de este blog:
«Desangelado»
Ningún ángel me habita.
A contraluz los párpados se queman
y los oídos con la voz se apagan. Continue Reading…