«… ¿A qué soñar el mar
si aquel otroño era la oscuridad del águila,
la estancia fría de la razón deshabitada?…»
MR
«La decisión»
No callarás ante el fulgor de piedra
de quien camina a tientas por la Historia
y nunca volará porque carece
del sustento del ala de los bien nacidos.