Indira Gandhi: Sus frases

«No hay peor contaminación que la pobreza.»
IG

Recordando a la líder hindú en el aniversario de su muerte.

Indira Gandhi

Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos.

Creo en un mundo unido, y llegará el tiempo en que la gente sabrá preservar su individualidad y ─a la vez─ abatir barreras divisorias.

El amor jamás reclama; da siempre. El amor tolera, jamás se irrita, nunca se venga.

El pensamiento justo y la acción correcta por parte del pueblo no pueden dejar de incidir sobre el gobierno.

El perdón es una virtud de los valientes.

Es un verdadero privilegio haber sobrellevado una vida difícil.

El mundo exige resultados. No le cuentes a otros tus dolores del parto: muéstrales al niño.

Hay dos tipos de personas, las que hacen las cosas y las que hablan como los loros. Procura quedarte en el primer grupo, hay menos competición ahí.

Hay que vigilar a los ministros que no pueden hacer nada sin dinero y a aquellos que quieren hacerlo todo sólo con dinero.

La desconfianza es una señal de debilidad.

La fuerza de una nación, depende en última instancia de lo que puede hacer por su cuenta, y no de lo que puede pedir prestado.

La fuerza no proviene de la capacidad física sino de la voluntad indomable.

La gente tiende a olvidar sus deberes, pero recuerda sus derechos.

La Historia es el mejor maestro con los pupilos distraídos.

Las personas que piensan que no son capaces de hacer algo, no lo harán nunca, aunque tengan las aptitudes.

Los impulsos tendientes a crear o acentuar divisiones deberían ser atemplados y reemplazados por el espíritu de conciliación.

No existe político en la India lo suficientemente audaz para tratar de explicar a las masas que las vacas pueden ser comidas.

No podemos invocar ideales de justicia, libertad e igualdad sin emplear plenamente nuestras energías en combatir los males de la pobreza, la superstición y la injusticia social. Es una tarea demasiado grande para permitirnos dedicar tiempo a recriminaciones mutuas o plantearnos como objetivo la venganza. Los impulsos tendientes a crear o acentuar divisiones deberían ser atemplados y reemplazados por el espíritu de conciliación. La malicia y las políticas que fomentan y alientan el odio son autodestructivas

No se le puede dar la mano a quien tiene el puño cerrado.

No se puede ser prisionero de la indecisión, porque en ella todas las puertas permanecen abiertas.

No se puede jugar un papel constructivo sino en la medida en que se está seguro de sí mismo y consciente de las debilidades.

Normalmente la inspiración divina llega cuando el horizonte es más negro.

Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad.

Paz no es solo la ausencia de discordia y de violencia. Paz significa armonía y un clima de comprensión y tolerancia. Las condiciones necesarias para que reine un clima así son la libertad y la justicia, tanto social como económica, y la madurez necesaria para evitar el odio y el temor. Naturalmente, los gobiernos desempeñan un papel importante para moldear la opinión pública, pero igual responsabilidad tienen los pueblos mismos, lo que ellos sientan y hagan. El pensamiento justo y la acción correcta por parte del pueblo no pueden dejar de incidir sobre el gobierno.

Un día mi abuelo me dijo que hay dos tipos de personas: las que trabajan, y las que buscan el mérito. Me dijo que tratara de estar en el primer grupo: hay menos competencia ahí.

Indira Gandhi

Indira Priyadarshini Gandhi nació en Allahabad, India, el 19 de noviembre de 1917.
Fue la única hija de Jawaharlal Nehru y Kamala Nehru, el más longevo primer ministro de India, y por tanto, heredera de la más poderosa dinastía política de la India, la familia Nehru-Gandhi, comenzó su carrera política como la aliada más cercana y allegada de su padre.
Tomó su nombre de su marido Feroze Gandhi. (Sin parentesco alguno con Mahatma Gandhi, aunque este y su padre fueron buenos amigos.)
En 1938, ingresó en el Partido del Congreso, participando como activista en la lucha por la independencia de la India, que dirigía el máximo líder hindú Mahatma Gandhi, objetivo que se logró en 1947, acabada la II Guerra Mundial, una debilitada Gran Bretaña fue incapaz de continuar sometiendo al país asiático.
Jawaharlal Nehru, fue el primer Primer Ministro de la India libre, en cuyo cargo permaneció durante 17 años y desde el cual impulsó la consolidación definitiva del país, con el apoyo del Partido del Congreso.
Dentro de este contexto, Indira se convirtió en la confidente y apoyo de su padre, a la vez que en una figura clave, viajando y conociendo a los más consagrados políticos y estadistas de su tiempo.
En 1959, fue nombrada Jefa del Partido del Congreso.
En 1964 a la muerte de Jawaharlal Nehru, y el nombramiento de Lal Bahadur Shastri, como Primer Ministro de India, Indira fue nombrada Ministra de Información y Radiodifusión, cargo que desempeñó hasta 1973.
En noviembre de 1966, muere Shastri, y ella se convierte en la Secretaria General del Partido del Congreso, y por tanto en Primera Ministra de India; además de este cargo, ostentó la titularidad de los ministerios de Relaciones Exteriores , de 1967 a 1969, de Finanzas, de 1969 a 1970, de Interior de 1970 a 1973 y de Defensa en 1975.
Fue Presidenta del Partido del Congreso y Primera Ministra de la India durante quince años, en dos periodos, del 19 de enero de 1966 hasta el 24 de marzo de 1977, y del 14 de enero de 1980 hasta su asesinato en 1984.
Estratega y pensadora política brillante, fue una fuerte y decidida líder hindú en una de las épocas más inestables de la India; condujo a la India a la industrialización, y apoyó la independencia de Pakistán Oriental, Bangladés.
Mantuvo unas buenas relaciones políticas con la Unión Soviética, por el contrario, no fue así con Estados Unidos, que se tornaron excepcionalmente frías, debido a que su pensamiento político era de izquierda.
En 1975 declaró al país en estado de emergencia, que duraría dos años, en 1977, Indira decidió convocar un referéndum popular, sufragio que perdió. A pesar de eso, fue reelegida en 1980.
Luchó de forma incansable contra el nacionalismo sij en el Panyab, que querían un estado confesional Sij; organizó una redada para detener a los fanáticos nacionalistas en su propio templo, que se saldó con cientos de muertos civiles generando una gran indignación en la minoría sij.
En 1984, sólo tres meses después de su reelección, cuando se dirigía a una entrevista con el actor Peter Ustinov, fue asesinada por sus propios guardaespaldas, (pertenecientes a los sijs), que le asestaron treinta y un impactos de bala. Estos fueron abatidos instantes después, fue el 31 de octubre de 1984.

*Entrada publicada el 19 de noviembre de 2013. Ha sido actualizada y ampliada el 31 de octubre de 2020.