Carlo Crivelli: El Quattrocento en Italia

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Carlo Crivelli

Nació hacia 1435 en Venecia, Italia.
Muy poco se sabe de su vida, a ciencia cierta que estuvo activo entre 1468 y 1493, años en los que están firmados su primer y último cuadro autentificados.

A pesar de haber nacido en Venecia, la mayor parte de su obra parece ser fue realizada en Ascoli, en la región de La Marca, en Ancona.

Pintados en Venecia sólo existen dos cuadros en la Iglesia de San Sebastián.

Siempre hablando desde lo probable, sin poderse afirmar, parece ser que tuvo como maestro a Jacobello del Fiore, documentado en 1436, año en el que Crivelli debía tener muy poca edad.

Posiblemente, estudió más tarde en la escuela de Vivarini en Venecia, para desde allí marchar a Padua, donde se cree que pudo trabajar en el taller de Francesco Squarcione, después a Zara (Dalmacia), entonces territorio veneciano, hoy croata en 1459.

En esa época tuvo un problema con la justicia y fue condenado a prisión durante seis meses, al parecer por haber mantenido una relación con una mujer casada, mujer de un marinero.

Todos sus cuadros, están firmados como Carolus Crivellus Venetus (Carlo Crivelli de Venecia).

A partir de 1490 le añadió «Miles», ya qué había sido nombrado Cavaliere (caballero) por Fernando II de Nápoles. A pesar de que el óleo ya empezaba a ser muy usado por los pintores de esa época, Crivelli sólo pintó al temple durante toda su vida.

Por contra de las tendencias naturalistas del momento, la pintura de Crivelli, muestra una clara influencia y reminiscencias de la pintura bizantina. Ambienta sus composiciones de forma elegante, muy elaborados y con numerosos detalles alegóricos.

Usó mucho frutas y flores, como adornos en festones que colgaban sobre todo en los laterales de sus obras; sí mismo para sus fondos eligió suaves paisajes, detalles estos característicos de la Escuela de Padua, y más concretamente del taller de Francesco Squarcione, donde trabajó durante un tiempo.

Muchas de sus obras en la actualidad, pertenecen a la colección de la National Gallery de Londres, entre otras: «La Anunciación con San Emidio»,quizá su obra maestra, y el «Beato Ferretti» en éxtasis religioso.

Otras en la Pinacoteca Vaticana: «Cristo muerto», en la Pinacoteca de Brera, en Milán, la «Virgen de la vela», y algunas en museos estadounidenses.

A diferencia de su contemporáneo Giovanni Bellini, sus obras son claras y definidas en su contorno, y con una sorprendente minuciosidad en los detalles.

Usó del transpantojo con frecuencia, detalles más usuales en pintores del renacimiento nórdico, tales como Rogier van der Weyden.

«Sus cuadros son principalmente imágenes de Virgen con Niño, Pietà, y los polípticos para entonces ya pasados de moda. A menudo están llenas de imágenes de sufrimiento, como heridas abiertas en las manos de Cristo, y en su lado, y las bocas de los que se lamentan torcidas en agonía. La obra de Crivelli llena apropiadamente las necesidades espirituales de sus patronos. Estas cualidades ultra-realistas, a veces perturbadoras, a menudo han llevado a los críticos a considerar que las pinturas de Crivelli son «grotescas», como las de su contemporáneo del norte de Italia, Cosimo Tura.» (Wikipedia)

A su muerte probablemente en Ascoli, hacia 1495, su obra perdió el favor del público, que le había aplaudido en vida,  y ni siquiera es citado en las «Vidas de Artistas» de Giorgio Vasari.

Sus tablas tuvieron un resurgir importante en el Reino Unido con la llegada de los prerrafaelitas, siendo admirado sobre todo por Edward Burne-Jones.

Volvió a decaer cuando desapareció el prerafaelismo y ha vuelto a tomar auge tras ser colgadas sus obras en la National Gallery de Londres.

*Entrada publicada el 22 de agosto de 2012. Ha sido actualizada y ampliada el 26 de diciembre de 2023.