Maestros del Paisaje: Frederic Edwin Church

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Frederic Edwin Church

Nació en Hartford, Connecticut, Estados Unidos, el 4 de mayo de 1826.
Inició su formación en en Catskill, Nueva York, donde tuvo como maestro a Thomas Cole, padre de la conocida como Escuela del rio Hudson y que le influyó de forma importante; sobre todo, le transmitió la visión grandiosa que tenía del paisaje, influencia que ya se puede observar en sus primeras obras en las que pintó vistas de Nueva Inglaterra.

Más tarde complementaría su formación con Daniel Wadsworth.
Fue sobre todo conocido por sus enormes obras de gran tamaño. Su pintura «Corazón de los Andes», desde 1900 perteneciente a la colección del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, mide 1.7 metros de alto por casi 3 metros de ancho, y muestra una visión idealista del paisaje andino. El cuadro se expuso por primera vez en 1859 de forma privada teniendo una afluencia sin precedentes para una única obra, más de 12.000 personas, pagaron 25 centavos por verla.

Sucesivamente y tras estudiar las teorías sobre la naturaleza de John Ruskin, y aprendió que el estudio detenido de esta «era capaz de desvelar las verdades esenciales del mundo», pensamiento que le alejó de los paisajes moralistas y épicos de Cole.

Se instaló en Nueva York, y exhibió su primera obra en la National Academy of Design, en 1845, de la que más tarde sería miembro y en la que expondría durante toda su carrera.

En 1847 una exposición en la American Art Union confirmó que era una de las más importantes promesas de la pintura en ese momento en su país; los estudios del naturalista Alexander von Humboldt, serían determinantes en sus pinturas.

Le enseñarían la armoniosa unidad del universo, lo que se tradujo en sus grandiosas obras de amplias panorámicas, que ejecutaba con los más minuciosos detalles.

No sólo siguió los estudios de Humboldt, sino que como él viajó dos veces a Sudamerica, en 1853 y 1857.  En estos viajes, tomó incontables apuntes de los que salieron algunas de sus más importantes lienzos, entre ellos, los de los volcanes Cayambe, Cotopaxi o Chimborazo.

Fue en dos ocasiones a las Cataratas del Niágara, de los apuntes que allí tomó salieron cuadros que presentó en la exposición itinerante: «Las cataratas del Niágara», organizada por la Washington, Corcoran Gallery of Art, que se inició en 1857 en Nueva York, continuó en Londres y siguió itinerando por otras ciudades europeas, que le encumbraron como el gran pintor americano.

A partir de 1859 sus obras salieron de las regiones del trópico y comenzó a pintar el Norte; para ello visitó la Península del Labrador, Newfoundland, realizando algunas de sus obras más célebres, icebergs.

En 1860, encumbrado ya como un gran artista, se casó con Isabel Carnes y compró un terreno con vistas al río Hudson, en ella construyó una magnifica mansión de inspiración persa, en la cima de una colina,Olana, en la que pasó el resto de su vida.
En 1867 viajó junto a su esposa por Europa y Oriente Medio, viaje del que salieron algunas de sus más grandes obras.

En la década de 1870 su éxito comenzó a declinar, y a partir de 1880, un reumatismo contumaz le obligó a abandonar los lienzos de gran formato, sólo podía usar su mano izquierda, dedicándose a decorar su casa y a pintarla en diferentes épocas del año en pequeños bocetos.

Cuando murió el 7 de abril de 1900, en Nueva York, era un artista olvidado. Fue enterrado en el Cementerio de Spring Grove, en Hartford, Connecticut.
En España, podemos cuatro magnificas obras suyas en el Museo Tyssen Bornemisza de Madrid.

*Esta entrada fue publicada en este blog el 13 de septiembre de 2010. Ha sido actualizada y ampliada el 4 de mayo de 2018.