«… Duerme el placer, mas vela mi quebranto,
Y rompen el silencio mis querellas…»
GGA
Mi recuerdo a Tula, poeta querida por los sevillanos, que nació un día como hoy.
«Deseo de venganza»
(Soneto escrito en una tarde tempestuosa)
¡Del huracán espíritu potente,
rudo como la pena que me agita!
¡Ven, con el tuyo mi furor excita!
¡Ven con tu aliento a enardecer mi mente!
¡Que zumbe el rayo y con fragor reviente,
mientras ─cual a hoja seca o flor marchita─
tu fuerte soplo al roble precipita.
roto y deshecho al bramador torrente!
Del alma que te invoca y acompaña,
envidiando tu fuerza destructora,
lanza a la par la confusión extraña.
¡Ven… al dolor que insano la devora
haz suceder tu poderosa saña,
y el llanto seca que cobarde llora!
Gertrudis Gómez de Avellanada
Gertrudis Gómez de Avellaneda nació en Camagüey, Cuba, el 23 de marzo de 1814.
Lamada coloquialmente Tula, fue una escritora y poetisa abolicionista.
Fue precursora del feminismo en España y según Marcelino Menéndez y Pelayo, una de las más grandes poetisas de la lengua castellana.
Sus antepasados paternos eran oriundos de Constantina de la Sierra en la provincia de Sevilla.
En 1836 partió con su familia hacia España, estableciéndose en La Coruña, ciudad en la que vivía la familia de su padrastro.
Fue en la capital gallega donde realmente emergió como la poeta.
De La Coruña se trasladó junto su hermano Manuel Gómez de Avellaneda, a Andalucía, instalándose definitivamente en Sevilla.
En el verano de 1840 estrenó en Sevilla su primer drama titulado «Leoncia».
Tras una amorosa vida azarosa, fue madre soltera, en 1846 se casó con don Pedro Sabater el gobernador civil de Madrid, del que enviudó, y tras haber residido en Madrid y Burdeos, se casó nuevamente en 1856 con un político de gran influencia, don Domingo Verdugo; este sería gravemente herido en una reyerta, y con el fin de intentar mejorar sus heridas, viajaron a Cuba en 1959, donde Tula fue agasajada por sus compatriotas tras veintitrés años de ausencia.
En 1863 murió su esposo, hecho que acentuó su espiritualidad y entrega mística a una severa y espartana devoción religiosa.
En 1864 regresó a Madrid, tras pasar por Nueva York, Londres, París y Sevilla.
Finalmente murió en Madrid el 1 de febrero de 1873 a los 58 años de edad.
Sus restos, fueron trasladados al cementerio de San Fernando de Sevilla, donde reposa junto a los de su esposo y su hermano Manuel.
También de Gertrudis Gómez de Avellaneda en este blog:
«Gertrudis Gómez de Avellaneda: Al árbol de Guernica» AQUÍ
Gertrudis Gómez de Avellaneda: Amor y orgullo»: AQUÍ
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