«…El oído percibe en la hojarasca
la jerga de las almas que conversan
en un infierno densamente poblado…»
JB
«A Eugenio»
En cualquier elemento el hombre
es tirano, prisionero o traidor…
A. Pushkin
Yo estuve en México, escalé las pirámides
impecables moles geométricas
desparramadas por el istmo de Tehuantepec.
Quiero creer que las hicieron visitantes del cosmos
pues estas obras suelen edificarlas los esclavos
y el istm0 está cubierto de hongos pétreos.
Los ídolos de arcilla son tan fáciles
de falsificar que propician rumores.
Bajorrelieves varios, con cuerpos de serpientes
y el alfabeto indescifrable de una lengua
que ignoró siempre la conjunción o.
¿Qué contarían si empezaran a hablar?
Nada. En el mejor de los casos, las victorias
sobre tribus vecinas y cabezas partidas.
Que la sangre del hombre vertida en el altar
del Dios del Sol le fortalece un músculo.
Que el sacrificio nocturno de ocho jóvenes fuertes
garantiza el alba con mayor seguridad que un despertador.
De cualquier modo es preferible la sífilis o las fauces
mortíferas de aquellos unicornios de Cortés, al sacrificio.
Si te toca en suerte alimentar con tus ojos a los cuervos
es preferible que el asesino sea asesino y no un astrónomo.
En general, sin esos españoles es muy poco probable
que hubiesen llegado a tener la certeza
de que alguna cosa les había pasado.
Es aburrido vivir, querido Eugenio. Dondequiera que vas
la estupidez y la crueldad te siguen.
Me da pereza encerrar eso en versos.
Como dijo el poeta: «En cualquier elemento…».
¡Qué lejos vio desde sus marismas natales!
Yo agregaría: en cualquier latitud.
Joseph Brodsky – 1975
De «No vendrá el diluvio tras nosotros» – Antología 1960 – 1996.
Traducción de Ricardo San Vicente
Iosif Aleksandrovich Brodsky, nombre real de Joseph Brodsky, nació en Leningrado, (actualmente San Petersburgo) Rusia, el 24 Mayo 1940.
Fue expulsado de la Unión Soviética en 1972, estableciéndose en los Estados Unidos con la ayuda de WH Auden, entre otros amigos.
Impartió clases a partir de entonces varias universidades: Yale, Cambridge y Michigan.
Le fue concedido el Premio Nobel de Literatura en 1987, «…por ser un autor que todo lo abarca, imbuido de la claridad de pensamiento y la intensidad poética».
En 1991 fue nombrado poeta laureado de Estados Unidos.
Murió tras un ataque cardíaco en Nueva York, el 28 de enero de 1996 , tenía sólo 55 años de edad.
Su gran amigo amigo el también Premio Nobel Derek Walcott, lo inmortalizó en su colección «El hijo pródigo», de 2004.
También de Joseph Brodsky en este blog:
«Joseph Brodsky: Ulises a Telémaco»: AQUÍ
«Joseph Brodsky: Mi verso mudo, mi callado verso…»: AQUÍ
«Ulises a Telémaco, de Joseph Brodsky»: AQUÍ
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