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Pierre-Eugene Montézin
Nació en París, Francia, en 1874.
Fue hijo de un artista y artesano, además de un gran amante de la naturaleza, pasión que transmitió a su hijo, al que con frecuencia llevaba de excursión por todo el país, solían salir de madrugada para recorrer riberas de ríos y senderos, la belleza de los parajes que conoció con su progenitor marcarían su vida y su obra.
Él, que había nacido en una estrecha calle de París, cuando más tarde pudo dedicarse a la pintura, plasmó durante toda su vida, esos paisajes, y sus gentes, sobre todo de las zonas rurales de la región de Ile-de-France.
Según decía el crítico francés Louis Vauxcelles: «Los temas de Montézin, están en menor grado en sus ojos que en su corazón».
Ante la insistencia de su padre, ingresó en la Escuela de Artes Decorativas, tras lo que trabajó durante un tiempo como muralista, pero su verdadera vocación era la pintura practicada «au plain air», dedicándose por entero a ella a partir de finales de 1892.
Fue fuertemente influenciado por los impresionistas, especialmente por Claude Monet, influencia la de éste último claramente observable en muchos de sus paisajes y en el uso del color.
Las figuras de sus escenas rurales y urbanas, son personas reales, trabajando bajo el sol en una granja, que pintó entre cortinas de árboles, bajo cielos azules y reflejados en ríos de aguas mansas.
En 1893 intentó exhibir en el Salón de París por primera vez, y aunque continuó haciéndolo con regularidad, sus cuadros fueron rechazados, hasta que por fin lo logró en 1903, cuando ya era un pintor reconocido y muy apreciado por el gran público.
Al iniciarse la Primera Guerra Mundial, en 1914, combatiendo en el frente, por lo que recibió una medalla militar tras la batalla de la Meuse.
Cuando finalizó la guerra regresó a París retomando su carrera como pintor, trabajó muy poco en su estudio, era casi incapaz de pintar sin estar en contacto directo con la naturaleza.
En 1920 su carrera había llegado a la cima, ese mismo año recibió el Premio Rosa Bonheur.
En 1923 fue nombrado Caballero de la Legión de Arte.
En 1932 le fue otorgada a Medalla de Honor en el Salón des Artistes Français, algo que provocó una gran oposición en la crítica, durante tres décadas, se había considerado el paisaje como un género menor, sin embargo el público le aclamó, haciendo su éxito más satisfactorio para él.
Ese mismo año fue elegido con la unanimidad del los pintores del Salón, presidente del jurado del mismo.
Así mismo a renglón seguido realizó una gran exposición en París, en la que presentó 237 lienzos, que le consagró, gracias a sus paisajes llenos de poesía, en los que los parisinos pudieron admirar la belleza y el encanto de su amada Ile-de-France.
A esta siguieron otras tantas muestras, en 1936, 1938 y 1943.
Continuó pintando hasta el final de su vida, murió de forma repentina en 1946, mientras pintaba durante un viaje que para tal fin estaba realizando en la Bretaña.
*Entrada actualizada y ampliada el 28 de septiembre de 2017.
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