Dulce María Loynaz: Eternidad

«Hay algo muy sutil y muy hondo
en volverse a mirar el camino andado…
El camino en donde, sin dejar huella,
se dejó la vida entera.»
DML

Recordamos a la gran poeta cubana Dulce María Loynaz, en el aniversario de su muerte

«Eternidad»

En mi jardín hay rosas
yo no te quiero dar
las rosas que mañana…
mañana no tendrás.

En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy, que tienen
alas para volar…

En mi jardín abejas
labran fino panal
¡Dulzura de un minuto…
no te la quiero dar!

Para ti lo infinito
o nada; lo inmortal
o ésta muda tristeza
que no comprenderás…

La tristeza sin nombre
de no tener que dar
o quien lleva en la frente
algo de eternidad…

Deja, deja el jardín…
no toques el rosal:
Las cosas que se mueren
no se deben tocar.

Dulce María Loynaz

María de las Mercedes Loynaz Muñoz nació en La Habana, Cuba, el 10 de diciembre de 1902.
Fue una de las principales figuras de la lírica cubana y universal.
Miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua desde 1959.
Fue condecorada con l Orden de Alfonso X el Sabio en 1947, y con la Orden de Isabel la Católica
Fue galardonada con el Premio Cervantes en 1992.
Murió en La Habana, Cuba, el 27 de abril de 1997.