
[…] Campos que yo conozco, cielos donde he existido;
piedras donde he amasado mi corazón pequeño;
bosques donde he cantado; sueños que he padecido…
CB
Mi recuerdo al poeta asturiano en el aniversario de su nacimiento.
«El precio de la verdad»
A Ángel González
En el desván antiguo de raída memoria,
detrás de la cuchara de palo con carcoma,
tras el vestuario viejo ha de encontrarse, o junto al muro
desconchado, en el polvo
de siglos. Ha de encontrarse acaso más allá del pálido gesto de una mano
vieja de algún mendigo, o en la ruina del alma
cuando ha cesado todo.
Yo me pregunto si es preciso el camino
polvoriento de la duda tenaz, el desaliento súbito
en la llanura estéril, bajo el sol de justicia,
la ruina de toda esperanza, el raído harapo del
miedo la desazón invencible a mitad del sendero que conduce al torreón derruido.
Yo me pregunto si es preciso dejar el camino real
y tomar a la izquierda por el atajo y la trocha,
como si nada hubiera quedado atrás en la casa desierta.
Me pregunto si es preciso ir sin vacilación al horror de la noche,
penetrar el abismo, la boca del lobo,
caminar hacia atrás, de espaldas hacia la negación
o invertir la verdad, en el desolado camino.
O si más bien es preciso el sollozo de polvo en la confusión del verano
terrible, o en el trastornado amanecer del alcohol con trompetas de sueño
saberse de pronto absolutamente desiertos, o mejor,
es quizá necesario haberse perdido en el sucio trato del amor,
haber contratado en la sombra un ensueño,
comprado por precio una reminiscencia de luz, un encanto
de amanecer tras la colina, hacia el río.
Admito la posibilidad de que sea absolutamente preciso
haber descendido, al menos alguna vez, hasta el fondo del edificio oscuro,
haber bajado a tientas el peligro de la desvencijada escalera, que amenaza a ceder a cada paso nuestro,
y haber penetrado al fin con valentía en la indignidad, en el sótano oscuro.
Haber visitado el lugar de la sombra,
el territorio de la ceniza, donde toda vileza reposa
junto a la telaraña paciente. Haberse avecinado en el polvo,
haberlo masticado con tenacidad en largas horas de sed
o de sueño. Haber respondido con valor o temeridad al silencio
o la pregunta postrera y haberse allí percatado y rehecho.
Es necesario haberse entendido con la malhechora verdad
que nos asalta en plena noche y nos devela de pronto y nos roba
hasta el último céntimo. Haber mendigado después largos días
por los barrios más bajos de uno mismo, sin esperanza de recuperar lo perdido,
y al fin, desposeídos, haber continuado el camino sincero y entrado en la noche absoluta con valor todavía.
Carlos Bousoño
De: Oda en la ceniza, 1967
Recogido en: Primavera de la muerte: Poesías completas (1945-1998)
Tusquets Editores – Colección Nuevos Textos Sagrados, 1998©
ISBN: 978-84-83105-98-6
Carlos Bousoño Prieto nació en Boal, Asturias, el 9 de mayo de 1923.
Poeta y crítico literario, fue doctor en Filosofía y Letras, título que alcanzó con su tesis sobre la poesía de Vicente Aleixandre, considerándose el mejor y más profundo estudio sobre la poesía de este autor.
Ha sido hasta su muerte miembro de Número de la Real Academia Española desde 1980, siendo el miembro más antiguo de la corporación. Fue Doctor Honoris causa por la Universidad de Turín.
Recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1995.
Además entre otros galardones recibió:
El Premio Fastenrath de la Real Academia Española en 1952 por Teoría de la expresión poética.
El Premio de la Crítica de poesía castellana en 1968 y 1974, por Oda en la ceniza y Las monedas sobre la losa.
El Premio Nacional de Ensayo en 1978, por El irracionalismo poético (El símbolo).
El Premio Nacional de Poesía en 1990, por Metáfora del desafuero.
El Premio Nacional de las Letras Españolas en 1993.
Murió en Majadahonda, Madrid, el 24 de octubre de 2015, cuando contaba con 92 años de edad.
También de Carlos Bousoño en este blog:
«Carlos Bousoño: El precio de la verdad»: AQUÍ
«Carlos Bousoño: El error»: AQUÍ
«Carlos Bousoño: Algo en mi sangre espera todavía…»: AQUÍ
«Carlos Bousoño: Vale la pena»: AQUÍ
«Carlos Bousoño: Letanía del ciego»: AQUÍ
«Carlos Bousoño: Salvación en la palabra»: AQUÍ
«Carlos Bousoño: Desde lejos»: AQUÍ
«Carlos Bousoño: El ciclón»: AQUÍ
«Carlos Bousoño: Elegía»: AQUÍ
Bibliografía poética:
Subida al amor. Hispánica, Adonáis. Madrid, 1945.
Primavera de la muerte. Hispánica, Adonáis. Madrid, 1946.
Hacia otra luz (Subida al amor, Primavera de la muerte, En vez de sueño). Ínsula. Madrid, 1952.
Noche del sentido. Ínsula. Madrid, 1957.
Poesías completas. Primavera de la muerte. Giner. Madrid, 1960.
Invasión de la realidad. Espasa-Calpe. Madrid, 1962.
Oda en la ceniza. El Bardo. Barcelona, 1967 (2ª edición: Ciencia Nueva. El Bardo, 1968).
La búsqueda. Fomento de Cultura. Hontanar, Valencia, 1971.
Al mismo tiempo que la noche. El Guadalhorce, Cuadernos de María Isabel. Málaga, 1971.
Las monedas contra la losa. Alberto Corazón, editor. Madrid, 1973.
Oda en la ceniza. Las monedas contra la losa. Losada. Buenos Aires, 1975.
Antología poética (1945-1973). Edición del autor. Plaza & Janés. Barcelona, 1976.
Selección de mis versos. Edición del autor. Cátedra. Madrid, 1980 (varias ediciones).
Elegías (a Vicente Aleixandre), con una Presentación del autor. La pluma del águila. Valencia, 1988.
Metáfora del desafuero. Visor. Madrid, 1988.
Oda en la ceniza. Las monedas contra la losa. Edición de Irma Emiliozzi. Castalia. Madrid, 1991.
Poesía. Antología 1945-1993. Edición de Alejandro Duque Amusco. Espasa-Calpe, Colección Austral. Madrid, 1993.
El ojo de la aguja. Tusquets Editores. Barcelona, 1993.
Primavera de la muerte. Poesías completas (1945-1998). Tusquets Editores. Madrid. 1998

No Comments