«¿Palabras? Sí, de aire,
y en el aire perdidas.
Déjame que me pierda entre palabras,
déjame ser el aire en unos labios,
un soplo vagabundo sin contornos
que el aire desvanece.
También la luz en sí misma se pierde.»
OP
Recordando a Octavio Paz en el aniversario de su muerte
«La poesía»
A Margarita Michelena
Llegas, silenciosa, secreta,
y despiertas los furores, los goces,
y esta angustia
que enciende lo que toca
y engendra en cada cosa
una avidez sombría.
El mundo cede y se desploma
como metal al fuego.
Entre mis ruinas me levanto,
solo, desnudo, despojado,
sobre la roca inmensa del silencio,
como un solitario combatiente
contra invisibles huestes.
Verdad abrasadora,
¿A qué me empujas?
No quiero tu verdad,
tu insensata pregunta.
¿A qué esta lucha estéril?
No es el hombre criatura capaz de contenerte,
avidez que sólo en la sed se sacia,
llama que todos los labios consume,
espíritu que no vive en ninguna forma
mas hace arder todas las formas.
Subes desde lo más hondo de mí,
desde el centro innombrable de mi ser,
ejército, marea.
Creces, tu sed me ahoga,
expulsando, tiránica,
aquello que no cede
a tu espada frenética.
Ya sólo tú me habitas,
tú, sin nombre, furiosa substancia,
avidez subterránea, delirante.
Golpean mi pecho tus fantasmas,
despiertas a mi tacto,
hielas mi frente,
abres mis ojos.
Percibo el mundo y te toco,
substancia intocable,
unidad de mi alma y de mi cuerpo,
y contemplo el combate que combato
y mis bodas de tierra.
Nublan mis ojos imágenes opuestas,
y a las mismas imágenes
otras, más profundas, las niegan,
ardiente balbuceo,
aguas que anega un agua más oculta y densa.
En su húmeda tiniebla vida y muerte,
quietud y movimiento, son lo mismo.
Insiste, vencedora,
porque tan sólo existo porque existes,
y mi boca y mi lengua se formaron
para decir tan sólo tu existencia
y tus secretas sílabas, palabra
impalpable y despótica,
substancia de mi alma.
Eres tan sólo un sueño,
pero en ti sueña el mundo
y su mudez habla con tus palabras.
Rozo al tocar tu pecho
la eléctrica frontera de la vida,
la tiniebla de sangre
donde pacta la boca cruel y enamorada,
ávida aún de destruir lo que ama
y revivir lo que destruye,
con el mundo, impasible
y siempre idéntico a sí mismo,
porque no se detiene en ninguna forma
ni se demora sobre lo que engendra.
Llévame, solitaria,
llévame entre los sueños,
llévame, madre mía,
despiértame del todo,
hazme soñar tu sueño,
unta mis ojos con aceite,
para que al conocerte me conozca.
Octavio Paz
De: «Libertad bajo palabra» (1935 – 1957) – «Calamidades y milagros» (1937 – 1947)
Recogido en «Octavio Paz – Obra poética – 1935-1998
Ed. Galaxia Gutemberg – Edición conmemorativa del centenario del nacimiento del poeta.
Primera Edición – 1996 (Poemas I) – 2003 (Poemas II)
Segunda Edición – 2004
Tercera Edición – 2014
ISBN de la Tercera Edición: 978-84-16072-10-1
*Reseña de Santos Domínguez Ramos de «Octavio Paz – Obra poética (1935-1998), en su blog Encuentros de Lecturas: AQUÍ
Octavio Paz Lozano nació en Ciudad de México, el 31 de marzo de 1914.
Premio Nobel de Literatura en 1990.
Murió en Ciudad de México, el 19 de abril de 1998.
También de Octavio Paz en este blog:
«Octavio Paz: Al alba busca su nombre lo naciente»: AQUÍ
«Octavio Paz: Agua y viento»: AQUÍ
«Octavio Paz: Luis Cernuda»: AQUÍ
«Octavio Paz: Lo idéntico»: AQUÍ
«Octavio Paz: Máscaras del alma»: AQUÍ
«Octavio Paz: Cuarto de hotel»: AQUÍ
«Octavio Paz: Piedra nativa»: AQUÍ
«Octavio Paz: Noche de verano»: AQUÍ
«Octavio Paz: Las palabras»: AQUÍ
«Octavio Paz: El pájaro»: AQUÍ
«Octavio Paz: Piedra de sol, de Libertad bajo palabra»: AQUÍ
«Octavio Paz: Decir, hacer»: AQUÍ
«Octavio Paz: Elegía interrumpida»: AQUÍ
«Octavio Paz: Contra la noche sin cuerpo…»: AQUÍ
«Octavio Paz: Acabar con todo»: AQUÍ
«Octavio Paz: El desconocido»: AQUÍ
«Octavio Paz: Cuerpo a la vistaz»: AQUÍ
«Octavio Paz: In memorian – Dos cuerpos»: AQUÍ
«Octavio Paz: Ciudad de México, nace el 31 de Marzo de 1914 – Epitafio para un poeta»: AQUÍ
Bibliografía poética:
1933 – Luna silvestre
1938-1946 – Puerta condenada
1937 – La rama
1942 – A la orilla del mundo, recopilación
1949 – Libertad bajo palabra
1962 – Salamandra
1966 – Blanco, escrito en tres columnas y permite diferentes lecturas
1969 – La centena, selección de su poesía escrita entre 1935 y 1968
1969 – Ladera este
1972 – Le singe grammairien (Traducción francesa de Claude Esteban publicada por el editor Albert Skira en Ginebra (Suiza). La versión en castellano, El mono gramático, apareció en 1974.
1975 – Pasado en claro
1976 – Vuelta
1979 – Poemas (1935-1975)
1987 – Árbol adentro
1989 – El fuego de cada día, selección realizada por el autor de su poesía escrita a partir de 1969
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