Sevilla: Los Jardines del Alcázar en marzo…

Clic en la imagen para ver más fotografías y con mayor resolución

Los Jardines del Alcázar de Sevilla

El Alcázar de Sevilla es el conjunto palatino mas antiguo y más rico del mundo, y el más importante edificio civil de la capital hispalense.

Sus  inicios se remontan a comienzos del siglo X, en los que el Califa de Córdoba Abderrahmán III en 913, mandó el levantamiento de un nuevo recinto de gobierno, la Dar al-Imara, en el flanco meridional de la ciudad, según consta en los testimonios más creíbles.

A estas dependencias del gobierno omeya, se añadió el Alcázar Nuevo de los abbadíes, a la sazón los gobernantes de Sevilla y sus alrededores durante el siglo X. Este palacio de al-Mubarak, «el Bendito», era ya el centro de la vida oficial y literaria de la ciudad, tanto así que contó con el rey al-Mutamid, el «rey poeta», que sentaron las bases para otras actividades socio-culturales y que aunque mezclando realidad y leyenda, son parte de la historia de Sevilla.

Saliendo del último de los llamados salones de Carlos V, y hacia la derecha, nos encontramos con una de las zonas más bellas del Alcázar:

Sus jardines:

En su origen eran una amplia zona que recibía el nombre de Mary al-Fida (Pradera de la Plata), que servía de explanada militar y estaba presidida por un oratorio, lugar que actualmente ocupa el Cenador de Carlos V en el Jardín del Cenador de la Alcoba.

Más tarde los almohades, en el siglo XII trazaron una muralla que delimitó un espacio triangular, dividiendo en dos la explanada.
Esta muralla que se conserva actualmente era el elemento de separación entre dos zonas de huertas: las interiores, junto a la parte edificada de los palacios y las exteriores, situadas extramuros.

En el primer sector, aún durante la época islámica, estaba compuesta de huertas y corrales, y de una zona mayor presidida por el citado oratorio, que daría nombre a esa zona, Huerta de la Alcoba.

Es en esta zona donde se encuentran los jardines más antiguos del Alcázar.

Aunque muchos elementos de estos jardines se han perdido, quedan suficientes restos para poder imaginar su enorme grandeza en antaño.

El sector que se encuentra tras las murallas, se llamó durante la Edad Media, huerta del Parque y después huerta del Retiro.

Atravesando la soberbia Puerta del Privilegio, que se abre desde la Galería de Grutesco, se accede a un amplísimo espacio ajardinado, que fueron en su origen las huertas exteriores del Alcázar, transformadas posteriormente en huerta del Parque, más tarde llamadas del Retiro.

De esta zona, destaca el Jardín del Inglés, que rodea la zona occidental, y formado a modo de pradera.

En la zona meridional podemos hallar el jardín de los Poetas, organizado como jardín romántico, en su centro hay dos bellos estanques flanqueados por setos de boj en cuyo centro hay una pequeña fuente, presididos por dos columnas.

Junto a este se encuentra el jardín del marqués de la Vega, con pautas de jardín sevillano, en el que se combinan elementos de un jardín renacentista y fuentecillas y albercas de apariencia granadina. Destacan en este espacio árboles de gran altura.

El resto de la Huerta del Retiro, fue cedida a la ciudad, espacio que hoy conocemos como los Jardines de Catalina Ribera y los Jardines de Murillo, separados por una cerca amurallada construida a principios del siglo XX.

El último tramo de los Jardines antiguos están conformados en la actualidad por dos jardines, que en el siglo XVI eran cuatro, conocidos como Jardín del Chorrón, Jardín del Cidral, Jardín de la Alcubilla y Jardín del Conde.

*Las fotografías están tomadas este mes de marzo cuando la primavera explota en este lugar mágico para mí, en el que las horas se me van como en un sueño, arrullada por la música del agua, el olor del azahar y los jazmines, y deslumbrada por el color de sus frutales y arbustos que lo inundan de color y energía.