«… se ven rotas en el lodo ciertas cruces.
SQ
«Limosna»
De carne mísera, como soy,
heme aquí, Padre; polvo del camino
que hasta el viento levanta perdonando.
Mas si antes no sabía escarnecer
la voz agitanada tosca aún,
como idiota que maravilla lima,
ahora, cuando esboza mi figura
un arco de media luna en el pórtico ojival,
viéndome entre los Últimos, de bruces,
creyendo en el desprecio hacerme mal,
me dijeron: «poeta harapiento»,
ávidamente tenderé la mano:
dadme la luz: el cotidiano pan.
Salvatore Quasimodo
De: Nocturnos del rey silencioso
Recogido en: Salvatore Quasimodo – Poesía Completa
Traducción de Antonio Colina
Ed. Linteo Poesía – 1ª Edición 2004©
ISBN de la 2ª Edición: 978-84-9607-05-9
Poema original en italiano:
«Elemosina»
In povertà di carne, come sono,
eccomi, Padre; polvere di strada
che il vento leva appena in suo perdono.
Ma se scarnire non sapevo prima
la voce zingaresca ancora rozza,
come idiota che meraviglia lima,
ora, se quando mia figura abbozza
arco di luna al portico ogivale,
vedendomi con gli Ultimi, bocconi,
credendo nel disprezzo farmi male
mi dicessero: «poeta di straccioni»
avidamente tenderei la mano:
datemi luce: pane cotidiano.
Salvatore Quasimodo
De: «Notturni del re silenzioso»
Salvatore Quasimodo nació en Modica, Sicilia, Italia, el 20 de agosto de 1901.
Poeta y periodista, fue miembro del Movimiento Hermético italiano, que compartió con Giuseppe Ungaretti, Alfonso Gatto y Mario Luzi, todos ellos fuertemente influenciados por los franceses Paul Valéry y Stéphane Mallarmé.
Su poesía se puede diferenciar en dos etapas diferentes: la primera es la que corresponde a los poemas de su antología “Y de repente la noche” y a su obra poética publicada hasta el final de la guerra, en los cuales utiliza una forma escueta, casi minimalista, junto con un contenido fuertemente simbólico.
Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1959.
Murió en Amalfi, 14 de junio de 1968.
También de Salvatore Quasimodo en este blog:
«Salvatore Quasimodo: A mí peregrino»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Canto de Apolo»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Dolor de cosas que ignoro»: AQUÍ
«Recordando a Salvatore Quasimodo: Elegía, de Día tras día»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: En el preciso tiempo humano»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Vestir a Jesús»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Élegos para la bailarina Cumani»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: El muro, de La tierra incomparable»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Otoño»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Refugio de aves nocturnas»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Canto de Apolo»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Aún se oye el mar, de Día tras día»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Lamento por el sur»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Ciudad muerta»:AQUÍ
«Recordando a Salvatore Quasimodo: No he perdido nada»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: A mi tierra, de Y de pronto anochece»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: La reunión de los mendigos, de Nocturnos del rey silencioso»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: El alto velero»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Hombre de mi tiempo»: AQUÍ
«Salvatore Quasimodo: Auschwitz»: AQUÍ
*La fotografía es de la Iglesia del siglo XII Santa María Salomé en Santiago de Compostela, única iglesia española dedicada a la madre del Apóstol Santiago y San Juan Evangelista.
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