Palma el Joven: El Renacimiento de la Escuela de Venecia

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Palma el Joven

Antonio di Jacopo Negretti, apodado Palma el Joven (Palma il Giovane), nació en Venecia en 1544.

Sobrino nieto de Palma el Viejo, fue el último miembro de una importante familia de artistas venecianos.

Inició su formación en 1565 con su padre Antonio Negretti, en Venecia, que continuó durante un breve espacio de tiempo en el taller de Tiziano.

Más tarde estudió y fue influenciado de Rafael Sanzio y Tiziano, entre otros, lo que le permitió fusionar la riqueza del color típico de la escuela veneciana con con la fuerza de la figuras de las de Florencia y Roma.

Esto hizo posible que desaparecidos ya los grandes maestros venecianos del siglo XVI, Jacopo se convirtió en el artista más famoso y reputado de la ciudad.

Trabajó en Urbino adónde fue invitado por el duque Guidobaldo, que lo había conocido en Venecia en 1564.

Animado por el duque, viajó a Roma en 1567, donde permaneció hasta 1569.
Durante su época romana, copió a Miguel Ángel, a Polidoro da Caravaggio, frecuentó a los manieristas romanos y asimiló las exigencias de la Contrarreforma.

Volvió a Venecia en 1570, donde trabajó en diversas copias de Tiziano, y cuando el gran maestro falleció en 1576, terminó su famosa Pietà inacabada para la iglesia de los Frari.

Continuó viajando por distintas ciudades italianas realizando varios encargos y sería en 1578 cuando se estableciera definitivamente en su ciudad natal.

Fue en este último año citado cuando se le contrató para realizar dos frescos en el del Gran Consejo del Gran Palacio Ducal, para reponer las grandes pérdidas sufridas en un gran incendio en 1574.

Es a partir de esta época que pareció asimilar lo que había aprendido de los grandes maestros, siendo notable la influencia de Tintoretto.

Su eclecticismo y productividad hicieron posible sus numerosos trabajos de temas, de los religiosos a los históricos y mitológicos, y de la pintura, al grabado mediante la técnica del aguafuerte.

Inició también por este tiempo un gran interés por el dibujo, que pronto sería el más novedoso de su escuela en el inicio del nuevo siglo, técnica que hasta entonces había tenido escasa producción en Venecia.

Fue un pintor muy prolífico, recibiendo numerosos encargos públicos, religiosos y privados.

En todos sus trabajos mostró sus magníficas aptitudes para realizar escenas de cualquier tipo, aunque sus esquemas no sufrieron evolución alguna con el paso de los años.

No formó a ningún discípulo.
Murió en Venecia, en 1628.

En el Museo del Prado de Madrid podemos ver varias obras suyas, las más importantes: una Pietá, La conversión de Saulo y David vencedor de Goliat.

Otro lienzo suyo de gran formato, está albergado en el Museo Cerralbo, también en Madrid.

*Entrada actualizada y ampliada el 17 de enero de 2024.