«… Yo hago con mis ojos
crecer, lloviendo, el fruto miserable…»
GV
Mi recuerdo al poeta toledano del Siglo de Oro español en el aniversario de su muerte.
«Un rato se levanta mi esperanza…»
Soneto IV
Un rato se levanta mi esperanza;
mas, cansada de haberse levantado,
toma a caer, y deja, mal mi grado,
libre el lugar a la desconfianza.
¿Quién sufrirá tan áspera mudanza
del bien al mal? ¡Oh corazón cansado!
Esfuerza en la miseria de tu estado;
que tras fortuna suele haber bonanza.
Yo mismo emprenderé a fuerza de brazos
romper un monte, que otro no rompiera,
de mil inconvenientes muy espeso.
Muerte, prisión no pueden, ni embarazos,
quitarme de ir a veros, como quiera,
desnudo espíritu o hombre en carne y hueso.
Garcilaso de la Vega
Garci Lasso de la Vega, conocido como Garcilaso de la Vega, nació en Toledo, en 1503 ( Esta fecha varía según los biógrafos 1501-1503).
Poeta y militar español del Siglo de Oro español, está considerado uno de los escritores de habla hispana más grandes de la historia.
Nació en el seno de una familia noble y siguió desde su juventud la bandera de Carlos V como caballero de la Orden de Alcántara, destacándose en el ejercito del emperador por su gran valentía y bríos en el campo de batalla, participando en casi todos los grandes hechos de armas del citado rey.
No obstante cayo en desgracia en Nápoles al proteger a un sobrino suyo que pretendía la mano de una dama de mayor rango que el suyo, por lo que fue desterrado a una de las islas del Danubio, Schut, a la que después cantó con gran belleza. Recuperó más tarde la confianza del rey ya que poco después le acompañó en una expedición al Piamonte italiano.
Derrotados los galos y cuando ya se retiraban, fueron perseguidos por el emperador, ordenando en esta operación tomar una torre en Muy, Región de La Provenza, que defendían heroicamente cincuenta franceses, Garcilaso accedió a ella de los primeros, fue herido de una pedrada en la cabeza cayendo. Fue trasladado a Niza pero no pudo sobrevivir a las heridas, murió cuando tenia sólo 33 años de edad.
El emperador hizo pasar a cuchillo a los cincuenta franceses que estaban en la torre.
Aunque su vida fue corta, no lo fue su obra, escrita entre 1526 y 1535, y antes de morir ya ostentaba el titulo de “Príncipe de los poetas castellanos”.
Su obra es conocida en todo el mundo y con tal autoridad que hasta el mismo Miguel de Cervantes, tan poco dado a los elogios y reconocimientos, lo consideraba una de las glorias de las letras españolas.
Fue el primero de los poetas líricos castellanos, inaugurando el Renacimiento literario hispánico; cultivó el género bucólico, llegando a una altura en el mismo, que por nadie ha sido alcanzado.
Murió en Niza, Ducado de Saboya, el 14 de octubre de 1536.
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