Poesia

Al Mutamid: El rey poeta

octubre 14, 2012

«El viento teje lorigas en las aguas»
Al Mutamid

Al Mutamid

Mohammad ben Abbad – Al Mutamid, nació en Beja, Portugal, en 1040.
Hay pocas vidas tan de novela y además tan consagradas a la poesía como la del ultimo rey sevillano de los abadies, Mohammad ben Abbad, AlmutamidSu abuelo Mohammad ben Qasim, fundador de la dinastía, llegó al poder en 1035.

Almutamid era el más apuesto, sensible, valeroso, delicado y feroz. Habría sido uno de tantos príncipes guerreros en la España de los reinos de taifas si a su hermano mayor no lo hubiera mandado ejecutar su propio padre por supuesta traición o simple cobardía en una operación militar de conquista. Mutamid quedó automáticamente convertido en heredero y como tal había sido quizá designado secretamente por su padre.

Paseando un día a orillas del Guadalquivir con un amigo -Ben Ammar, jugaban a completar poemas, entretenimiento inconcebiblemente popular en la sociedad andalusí de la época. Al levantarse una ligera brisa sobre el río, dijo Mutamid: «El viento teje lorigas en las aguas».

Esperaba la respuesta de su compañero, cuando ambos oyeron:

«¡Qué coraza si se helaran!».

Era una voz oculta en los juncos. Tras ellos descubrieron a una joven bellísima llamada Rummaykiya, que resultó ser esclava de un arriero. Mutamid la llamó a palacio, enloqueció de amor y la hizo su esposa, tomando el nombre de Itimad.

Tras ser derrotado en aquella epoca, la de Alfonso XI, la del Cid, por Yusuf, su caudillo, que tomó todos los reinos de taifas, empezando por el de Sevilla. La variopinta y riquísima España musulmana caía bajo el velo negro de los morabitos, Almutamid, encadenado junto a su familia, tuvo que embarcar en el Guadalquivir, camino del destierro en África. Con Rummaykiya andrajosa, su hija vendida como esclava y sus familiares en la calle, Mutamid escribió sus mejores poemas al tiempo ido, a la belleza gozada y perdida, a sus cadenas y a los cuervos de Agmat.
Su vida fue pura poesía, durante su reinado, la cultura floreció en Sevilla e incluso durante su cautividad en Agmat no dejó de componer los más sentidos poemas.
Murió evocando sus palacios y olivares sevillanos en Agmat, Marruecos el 14 de Octubre de 1095.

Algunos de sus poemas:

«La amada»

¡Oh mi elegida entre todos los seres humanos!
¡Oh Estrella! ¡Oh luna!
¡Oh rama cuando camina,
oh gacela cuando mira!
¡Oh aliento del jardín, cuando
le agita la brisa de la aurora!
¡Oh dueña de una mirada lánguida,
que me encadena!
¿Cuándo me curaré? ¡Por ti daría la vista y el oído!
Tu frescor aliviaría
la oscuridad de mi corazón.
La noche de tu ausencia es larga
¡Que nuestro abrazo de amor sea como el alba!

«Itimad»

I nvisible a mis ojos, siempre estás presente en mi corazón.
T u felicidad sea infinita, como mis cuidados, mis lágrimas y mis insomnios.
I mpaciente al yugo, si otras mujeres tratan de imponérmelo, me someto con docilidad a tus deseos más insignificantes.
M i anhelo, en cada momento, es tenerte a mi lado: ¡Ojalá pueda conseguirlo pronto!.
A miga de mi corazón, piensa en mí y no me olvides aunque mi ausencia se larga.
D ulce es tu nombre. Acabo de escribirle, acabo de trazar estas amadas letras: ITIMAD

«La aurora ladrona»

Disfrazó la pasión que quería ocultar,
más la lengua de las lágrimas se negó a callar;
Partieron, y ocultó su dolor, más lo divulgó
el llanto de la pena, tan evidente y balbuceante;
les acompañé mientras la noche descuidaba su vestidura,
hasta que apareció ante sus ojos una señal evidente:
Me detuve allí perplejo: la mano de la aurora
me había robado las estrellas.

«El corazón»

El corazón persiste y yo no cesa;
la pasión es grande y no se oculta;
las lágrimas corren como las gotas de lluvia,
el cuerpo se agosta con su color amarillo;
y esto sucede cuando la que amo, a mí está unida:
¿Qué sería, si de mí se apartase?

«El copero, la copa y el vino»

Apareció, exhalando aromas de sándalo,
al doblar la cintura por el esbelto talle,
¡Cuántas veces me sirvió, aquella oscura noche,
en agua cristalizada, rosas líquidas!

«A mi cadena»

Cadena mía, ¿no sabes que me he entregado a ti?
¿por qué, entonces, no te enterneces ni te apiadas?
Mi sangre fue tu bebida y ya te comiste mi carne.
No aprietes los huesos.
Mi hijo Abu Hasim, al verme rodeado de ti,
se aparta con el corazón lastimado.
Ten piedad de un niñito inocente que nunca temió
tener que venir a implorarte.
Ten piedad de sus hermanitas, parecidas a él y a
las que has hecho tragar veneno y coliquíntida.
Hay entre ellas algunas que ya se dan cuenta,
y temo que el llanto las ciegue.
Pero las demás aún no comprenden nada y no
abren la boca sino para mamar.

Al Mutamid

*La imagen es una fotografía de los Jardines de La Buhaira de Sevilla.

**En el reinado de Al-Motamid se decidió desecar la antigua laguna (en árabe, al-buhaira) que había en esa zona.​ Los botánicos de la Isbylia musulmana (Ibn-Bassal, Abu I-Jair e Ibn Hayay) convertirían la zona en una serie de huertas de recreo donde experimentaron con distintas especies agrícolas.
En 1999 se rehabilitó la zona, creándose unos amplios jardines urbanos de estilo musulmán de 35.000 metros cuadrados, el conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural. El conjunto edificado alberga hoy el pabellón neomudéjar, las ruinas del antiguo palacio de la Buhaira, la alberca, la puerta de San Agustín, la calle Nueva, la portada de las Almenas y la portada de Tejaroz.

Fuentes: Poetas andaluces

Poetas de Sevilla

*Entrada publicada en este blog el 28 de noviembre de 2008. Ha sido actualizada y ampliada el 14 de octubre de 2012.

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No Comments

  • Reply Lauren Mendinueta noviembre 28, 2008 at 6:22 pm

    Increible este cambio navideño. Me encantarón los poemas. Un beso

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  • Reply Triana noviembre 28, 2008 at 6:31 pm

    Gracias Lauren, ya sabes es cosa de Pilar que no para.

    Un beso grande.

    Último post en la Web de…Triana…Al Mutamid.- El rey poeta

  • Reply sergio Astorga noviembre 28, 2008 at 10:02 pm

    Triana, si la delicadeza tuvo su tiempo y espacio, fue aquí, tengo desde hace mucho tiempo esta impresión. Cuando la poesia era una manera de vivir y la desgracia una costumbre con aroma de sándalo.
    Al- andalus cuanta finura perdida en la barbarie.
    Un abrazo de arabesco
    Sergio Astorga

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  • Reply Triana noviembre 30, 2008 at 11:49 am

    Así es Sergio, los que amamos tanto esta tierra aun nos preguntamos porqué en vez de conquistar tierra no conquistaron corazones y en vez de expulsarlos no supieron convivir juntos.

    Un abrazo fuerte.

    Último post en la Web de…Triana…Al Mutamid.- El rey poeta

  • Reply Maribel Romero noviembre 30, 2008 at 8:23 pm

    Lo que se aprende contigo, Triana. Me llaman la atención los poemas de amor de la época, el sentimiento adquiere otra dimensión. Gracias por esta entrada.

  • Reply Triana noviembre 30, 2008 at 10:00 pm

    La poesia andalusí Maribel, es así, todo sentimiento y sencillez, además de ser de gran belleza, y si además conoces un poquito la huella que dejaron podrás recrear la epoca con ellos.

    Un beso grande.

  • Reply Recordando a Ibn Hazm: Te amo con un amor inalterable… | Trianarts agosto 15, 2014 at 4:03 am

    […] tras la crisis del califato, exilio que le llevó a recorrer varias taifas: Sevilla, invitado por Al Mutamid o la taifa de Mallorca. La célebre quema pública de sus libros en Sevilla le inspiró un conocido […]

  • Responder a TrianaCancelar respuesta

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