Testimonios y Denuncias

Carta a un maltratador: Juntos contra la violencia machista

octubre 25, 2013

Carta a un mal tratador

Ayer otra mujer ha pasado a engrosar el número de víctimas de la violencia machista en Cifuentes, Guadalajara, esas alimañas siguen maltratando y asesinando mujeres sin que la sociedad sea capaz de acabar con este terrorismo domestico, el estado ha logrado derrotar a toda una banda terrorista armada sin escatimar medios, sin que por eso crea que haya sido dinero mal empleado, no dejo de pensar que estas mujeres tienen el mismo derecho a protección como hasta ahora la han tenido, políticos y personas que pudieran ser objetivo de amenazas de muerte, sin embargo, esta protección también se ha visto mermada por los recortes, hasta cuando?

¡¡YA NO MAS!!

Esta carta la publiqué en este blog el 9 de febrero de 2009, la escribió un alumno de 2º de bachillerato, creo que merece la pena releerla:

«Para ti, cabrón: Porque lo eres, porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado… porque la has maltratado. ¿Por qué la maltratas?. Dices que es su culpa, ¿verdad? Que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contradiciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, bayetas, verduras… Es entonces, en medio de una discusión cuando tú, con tu ‘método de disciplina’ intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea, si además vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja?

Te lo diré: Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe… La acobardas, la empujas, le das patadas…, patadas que yo también sufría.

Hasta aquel último día. Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera. Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera cómo eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos…Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.

Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!-dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada.

Me puse contento antes de tiempo.

Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez…

Y sucedió.

Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre.

Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá. Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí.

Y ahora me dirijo a tí. Esta carta es para tí, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que sólo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida.

Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino. Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón.

Fernando Orden Rueda

Alumno de 2º de Bachillerato, de Ciencias de la Salud. IES Bioclimático, de Badajoz.
II Premio del II Concurso Nacional «Carta a un maltratador, convocado por la Asociación «Juntos contra la violencia machista» en 2009.

*La fotografía es de Anna Bodnar 

 

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No Comments

  • Reply Bitacoras.com febrero 9, 2009 at 3:33 pm

    Información Bitacoras.com…

    Si lo deseas, puedes hacer click para valorar este post en Bitacoras.com. Gracias….

  • Reply Graciela febrero 9, 2009 at 3:42 pm

    Que puedo decir, despues de leer esto, impresionante relato, aunque mas que un relato, es un testimonio, de tantas vidas pérdidas en estas circunstancias.-Fuerte, muy fuerte, pero debe servir para hacernos comprometer y siempre, que esté a nuesto alcance NUNCA MAS!
    Gracias Triana, por exponerlo, con un nudo en la garganta, pero con un despertar de conciencia, que siempre es necesaria.-

  • Reply Lola febrero 9, 2009 at 3:43 pm

    Ufffffffffffffff por desgracia es la cruda realidad
    malditos machistasss, pudriros en el infiernooo

  • Reply Triana febrero 9, 2009 at 3:57 pm

    Si Gra, así es, no seríamos «humanos», si no se nos hiciera un nudo en la garganta o no se nos pusieran los pelos como escarpias, y si, esperemos despertar alguna conciencia.

    Un abrazo.

  • Reply Triana febrero 9, 2009 at 3:58 pm

    Si Lola, hay que gritar fuerte que son alimañas.

    Gracias por estar y por tu grito.

    Un abrazo.

    Triana

  • Reply sergio astorga febrero 10, 2009 at 1:54 am

    Triana, otra lucha que tenemos que dar.
    Lo desesperante es que la justicia es lenta y estas alimañas se reproducen por gemación.
    El machismo mata.
    Denunciemos.
    Un abrazo.
    Sergio Astorga

    Último post en la Web de…sergio astorga…El sombrero luminoso

  • Reply Triana febrero 10, 2009 at 1:57 am

    Así es Sergio, la justicia es lenta y la prevención, no funciona y muchas mujeres siguen teniendo miedo de denunciar, es por eso que tenemos que seguir pidiendo solucciones.

    Un abrazo fuerte.

    Triana

  • Reply Maribel Romero febrero 11, 2009 at 11:17 am

    Ya había leído esta carta y me parece genial, contundente. Este chico tiene la cabeza muy bien amueblada.

    Un abrazo.

  • Reply Pedro noviembre 26, 2009 at 11:30 pm

    No a la Violencia contra la Mujer

  • Reply Maltrato | Caminando entre la niebla junio 25, 2010 at 11:36 am

    […] Todo esto ha venido a cuento de lo siguiente: Concurso Nacional “Carta a un maltratador”. “Juntos contra la violenciamachista”.- […]

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