Poesia

Joaquín Romero Murube: Luz en el compás:

marzo 12, 2009

«Luz en el compás»

Siempre hemos sido enamorados de estos lugares  de santa calma y recogimiento: ¡compás de Santa Inés, tan celebrado por Gustavo Adolfo; compás de Santa Paula, compás de Santa Clara, clavería de San Clemente!… ¿Puede darse un recinto que albergue más paz, más serenidad, encanto mayor que el compás de un convento de Sevilla?

Grandes paredones blanquísimos, cegadores, con altas rejas en sus ventanas desiguales, rejas donde la penitencia y la oración desafían al mundo con la lanza aguda de sus hierros. Sobre las altas techumbres, la espadaña. La puerta de la iglesia al compás. Los locutorios. Otras puertecitas siempre cerradas que no sabemos a qué estancias misteriosas comunicarán. Y flores, flores, flores.

Flores en los arriates -rosas, yerbaluisa, geranios-; flores por las paredes -malvalocas, campanillas, enredaderas-; flores por el aire -naranjos, laureles, aromos-.
El compás del convento, abre su puerta estrecha a la calle de la ciudad, sencillamente, con esa llaneza y confianza de todas las gracias de nuestro pueblo, y ofrece su jardín, y su caricia al transeúnte fatigado. Al medio día, cuando las calles arden requemadas por la violencia del sol, el hálito del compás nos besa al pasar y nos envía su alma hecha de frescura, aromas y azules sombras acogedoras.

Hay una hora de delicia en el compás: la hora de atardecida, cuando ya el sol, vencido, deja caer las primeras brisas de la tarde. Un débil reflejo de oro agranda por las paredes la sombra de las flores. La portera  -esa viejecita tan sevillana, tan amable, tan limpia, que nos ha abierto al entrar- riega cuidadosamente las macetas, Huele la tierra mojada. La tarde pierde la linde de sus horas. Las albahacas, los jazmines, los nardos, dan la fragancia delirante de sus hojas. Y cuando mayor es el silencio y la paz del atardecer, suena la esquila en la espadaña: la oración…

Y se oye rezar lejos: «El ángel del Señor anunció a María y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo… «.
Lejos, suena también la vida torpe del mundo.

Joaquín Romero Murube

De: «Dios en la ciudad»

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No Comments

  • Reply Bitacoras.com marzo 12, 2009 at 1:54 am

    Información Bitacoras.com…

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  • Reply izaskun marzo 12, 2009 at 11:04 am

    Precioso fragmento, Triana, gracias por traerlo. La descripción de la hora de atardecido me resulta inmejorable. Unn beso.
    Izaskun

    Último post en la Web de…izaskun…BJORN O … MI PRIMER RELATO

  • Reply Lola marzo 12, 2009 at 11:04 am

    Que silencio más especiall
    preciosooo escritooo

    Último post en la Web de…Lola…Madrid 11-M

  • Reply Maribel marzo 12, 2009 at 11:12 am

    Precioso, Triana, leyendo a Joaquín Romero veo la luz en el compás de cualquier convento sevillano, veo Sevilla y la huelo, hablo con la portera viejecita y amable, y hasta escucho la oración a lo lejos. Me ha encantado, gracias.
    Un abrazo.

  • Reply Triana marzo 12, 2009 at 11:21 am

    Maribel, Romero Murube, al igual que Cernuda en Ocnos, pasean con su poesía en prosa y lo hacen así de bello.

    Un abrazo fuerte.

  • Reply Triana marzo 12, 2009 at 11:25 am

    Como le digo a Maribel, Romero Murube y Cernuda, utilizaron extensamente la poesía en prosa para escribir sobre Sevilla, y es facil recrear con nostalgia aquél tiempo de la Esepaña de los 30-40 del siglo XX.

    Un abrazo fuerte.

  • Reply Triana marzo 12, 2009 at 11:26 am

    El silencio de esos muros de los conventos, tiene musica Lola.

    Un abrazo fuerte.

  • Reply sergio astorga marzo 13, 2009 at 4:53 am

    Triana, al leer el texto de Romero Murube, me deja «una íntima tristeza reaccionaria» com diría Ramón López Velarde.
    Uno siente que si existe un lugar de paz es en los conventos, y que sólo se reproduce este compás de tranquilid entre sus claverias y muros albos.
    Una delicia atardecida (esta manera de nombrar la tarde me encanta)
    Un abrazo malva.
    Sergio Astorga

  • Reply Triana marzo 13, 2009 at 10:39 am

    Es hermoso y cálido Sergio, por cierto, mañana vuelvo al de Santa Clara, espero que las obras de restauración hayan avanzado mucho desde Diciembre que fui la última vez, ya os cuento por la noche.

    Un abrazo con v´´isperas.

  • Reply Joaquín Romero Murube: Nocturno sevillano, de Tierra y canción » Trianarts | Trianarts enero 25, 2013 at 8:22 pm

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