[…] tengo rota la sangre y sin latido,
la soledad desenclavada y yerma…
LR
«Oda del ansia»
No sólo yo. Silencio. Hay que afirmar el ansia.
Todo asombro profundo se convierte en milagro.
Tú solo, amor, tu sola evidencia desnuda
sobre el árbol sin agua que agoniza en el ojo.
Tú solo, amor, tú solo, primavera morena,
y los barcos que llevan tu ternura en el ancla.
La mano más pequeña desplegará la honda,
y aceptaré tu sueño sin preferencia alguna.
La fe es una visión temblorosa y alada.
Cuando crezca en el mar la emoción de la yerba
con un vasto temblor de prodigios tirantes,
tú solo, amor, tú solo y alerta, alerta, alerta.
Amor, amor de labios apretados, sin dientes,
todo arena de mar y disciplina oculta.
¿Tendrá sobre mi carne rubores de bautismo
tu ceniza colmada de sombra dolorida?
¿Será una adolescencia de mar? Tendrá una libre
movilidad sin norma de ciprés enclaustrado,
desplegada obediencia —simplísima— del hombro
taciturno de soles y sereno equilibrio.
¿Será un toro dormido sobre el pasto olvidado
tan henchido de sangre, soledad y ternura?
¿O un vuelo de palomas tiránico en la nieve,
evangelio de puentes y porvenir de arroyo?
La tierra, sí, la tierra; voy a hablar lentamente
de la rosa desnuda sin poder, del aroma
de tu fiebre sin nombre en infancias de almendro,
del silencio del remo acogido en el agua,
de enmohecidas veletas con dirección inmóvil,
y de angustias de largas y azules cabelleras.
No sólo yo. Silencio. Como un galgo tendida
mi oración se recorta definida en tu nombre.
Todo asombro profundo se convierte en milagro.
Tú solo, amor, tú solo, que te sueño desnudo
como un varal de nardos angustiados, tú solo
como un ciervo, en mi frente derramada en el agua.
Ambición de ser mar de las manos viriles.
La presencia es un ala del amor de las cosas,
ascensión hasta el vuelo que agoniza en el ojo
con la angustia imposible de la concha en la arena.
La mano más pequeña desplegará la honda.
¡Dame el cántico, amor, del puro vencimiento!
¡Mis manos son el mar y la brisa y la nube!
¡Tú solo, amor, tú solo, y alerta, alerta, alerta!
Luis Rosales
De: Abril, 1935
Incluido en: Luis Rosales – Poesía (Obras completas)
Ed. Trotta 1996©
ISBN: 978-84-8164-113-4
Luis Rosales Camacho nació en Granada, el 31 de mayo de 1910.
Poeta perteneciente a la Generación del 36′, enlazado al estilo de la generación anterior (27′), por su búsqueda estética y por la importancia de las imágenes, aunque sin pretensiones vanguardistas.
Fue miembro de la Real Academia Española y de la Hispanic Society of America.
Obtuvo el Premio Cervantes en 1982, por el conjunto de su obra literaria.
Además recibió entre otros galardones:
Premio Nacional de Poesía 1951.
Premio Mariano de Cavia 1962.
Premio de la Crítica 1970 por El contenido del corazón.
Premio Miguel de Unamuno 1972.
Premio Nacional de Ensayo 1973.
Premio José Lacalle 1975.
Premio Ciudad de Melilla de Poesía 1981.
Premio Cátedra de Poesía Fray Luis de León – Ciudad de Salamanca 1982.
Medalla de honor de la Fundación Rodríguez Acosta 1986.
Murió en Madrid, el 24 de octubre de 1992.
También de Luis Rosales en este blog:
«Luis Rosales: Oda del ansia»: AQUÍ
«Luis Rosales: Alguien llama a la puerta»: AQUÍ
«Luis Rosales: Lo que tú llamas quiéreme»: AQUÍ
«Luis Rosales: Siempre hay luto en el hielo»: AQUÍ
«Luis Rosales: Abrazada a una lágrima»: AQUÍ
«Luis Rosales: La voz de los muertos»: AQUÍ
«Luis Rosales: La última luz»: AQUÍ
«Luis Rosales: Porque todo es igual y tú lo sabes…»: AQUÍ
«Luis Rosales: Es el miedo al dolor»: AQUÍ
«Luis Rosales: Elegía del anochecer»: AQUÍ
«Luis Rosales: El desierto de piedra»: AQUÍ
«Luis Rosales: Y escribir tu silencio sobre el agua»: AQUÍ
«Luis Rosales: Tierra mortal»: AQUÍ
«Luis Rosales: Ayer vendrá»: AQUÍ
«Luis Rosales: Creciendo hacia la tierra»: AQUÍ
«Luis Rosales: Para toda la vida no»: AQUÍ
«Luis Rosales: Nadie sabe hasta donde puede llevarle la obediencia»: AQUÍ
«Luis Rosales: Nadie es profeta en su espejo»: AQUÍ
«Luis Rosales: La tarde va a morir en los caminos»: AQUÍ
«Luis Rosales: ¿En donde empieza nuestra sombra?»: AQUÍ
«Luis Rosales: Día de la poesía»: AQUÍ
Bibliografía poética:
Abril – 1935
La mejor reina de España. (Figuración en prosa y verso) – 1939.
Retablo Sacro Del Nacimiento Del Señor – 1940
La Casa Encendida – 1949 (Premio Nacional de Poesía)
Rimas – 1951
El Contenido Del Corazón – 1969
Segundo abril – 1972
Canciones – 1973
Como El Corte Hace La Sangre 1974
Las puertas comunicantes (Antología) – 1976
Pintura escrita – 1978
Diario De Una Resurrección – 1979
La Carta Entera I – La almadraba – 1980
Verso Libre (Antología) 1980
Poesía reunida – 1981
La carta entera, II – Un Rostro En Cada Ola – 1982
Poesía reunida, Vol 2. 1975-1982 – 1983
Antología breve – 1983
La carta entera, III. Oigo el silencio universal del miedo – 1984
Poesía – Obra completa – 1996
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