Poesia

Manuel Altolaguirre: Escarmiento

julio 26, 2024


[…] No bajo montes de tierra,
sino que escalo cimas de aire.

MA

Mi recuerdo al poeta malagueño de la Generación del 27′, en el aniversario de su muerte.

«Escarmiento»

1

Fuga

Al ver por dónde huyes
dichoso cambiaría
las sendas interiores de tu alma
por las de alegres campos.

Que si tu fuga fuera
sobre verdes caminos
y sobre las espumas,
y te vieran mis ojos,
seguirte yo sabría.

No hacia dentro de ti,
donde te internas,
que al querer perseguirte
me doy contra los muros de tu cuerpo.

No hacia dentro de ti,
porque no estemos:
tú, pálida, escondida,
yo como ante una puerta
ante tu pecho frío.

2

Soledad sin olvido
¡Qué pena esta de hoy!
Haberlo dicho todo
volcando por completo
lo que pesaba tanto,
y ver luego que todo
se queda siempre dentro,
que las palabras fueron
espejos engañosos,
cristales habitados
por fantasmas sin vida;
que todo queda dentro
con sus negras presencias,
insistentes, doliendo.

3

Quiero subir a la playa
blanca, donde el oleaje
verde de un mar ignorado
salpica el manto de Dios;
a ese paisaje infinito,
altísimo, iluminado.
No estarme bajo este techo
angustioso de la vida,
de la muerte, del cansancio
por no morir ni nacer
a las promesas alegres.
Quiero nacer de esta madre
que es la tierra, al mundo alto,
donde los muertos nacieron.

4

La ventana separa
el mundo de los trenes,
de los grandes vapores,
de los hombres a pie,
del mundo quieto
de un alma sola.
¡Qué melancolía
ver los rosales y los vendedores!
Al ruidoso paisaje
de tráfico y de vida
mi tristeza se asoma.
Mi soledad consciente
mira las hermosuras
inútiles del mundo.
Lo bello y el dolor
es de las almas solas.

5

Mis ojos grandes, pegados
al aire, son los del cielo.
Miran profundos, me miran,
me están mirando por dentro.
Yo, pensativo, sin ojos,
con los párpados abiertos,
tanto dolor disimulo
como desgracias enseño.
El aire me está mirando
y llora en mi oscuro cuerpo;
su llanto se entierra en carne,
va por mi sangre y mis huesos,
se hace barro y raíces busca
en las que brotar del suelo.
Mis ojos grandes, pegados
al aire, son los del cielo.
En la memoria del aire
estarán mis sufrimientos.

6

Apoyada en mi hombro
eres mi ala derecha.
Como si desplegases
tus suaves plumas negras,
tus palabras a un cielo
blanquísimo me elevan.

…………………

Exaltación. Silencio.
Sentado estoy a mi mesa,
sangrándome la espalda,
doliéndome tu ausencia.

7

Desenvainaré mi alma
como una espada de fuego.
Mi mano sola con ella,
luminosa, ardiente, dura,
expulsará de su reino
al que se sienta desnudo.
Hay que no sentir la forma,
ni los roces, ni los fríos,
ni las caricias, ni el fuego.
Las flores nunca pecaron.
Entre ellas mi mano almada
dará la luz o la muerte.

8

Era dueño de sí, dueño de nada.
Como no era de Dios ni de los hombres
nunca jinete fue de la blancura,
ni nadador, ni águila.
Su tierra estéril nunca los frondosos
verdores consintió de una alegría,
ni los negros plumajes angustiosos.
Era dueño de sí, dueño de nada.

9

Maldad

El silencio eres tú.
Pleno como lo oscuro,
incalculable,
como una gran llanura
desierta, desolada,
sin palmeras de música,
sin flores, sin palabras.
Para mi oído atento
eres noche profunda
sin auroras posibles.
No oiré la luz del día
porque tu orgullo terco.
rubio y alto, lo impide.
El silencio eres tú:
cuerpo de piedra.

10

Mi sueño no tiene sitio
para que vivas, No hay sitio.
Todo es sueño. Te hundirías.
Vete a vivir a otra parte,
tú que estás viva. Si fueran
como hierro o como piedra
mis pensamientos, te quedarías.
Pero son fuego y son nubes,
lo que era el mundo al principio,
cuando nadie en el vivía.
No puedes vivir. No hay sitio.
Mis sueños te quemarían.

Y 11

Y cuando abrí los ojos
después de aquella idea
encontré el mar pequeño,
el cielo bajó,
el mundo un mueble.
Cuando abriste los ojos
después de haberme amado
era tu corazón un Universo,
con un mar grande, un cielo alto
y con las nubes de mis pensamientos.

Manuel Altolaguirre

De: Soledades juntasEscarmiento, 1930
Recogido en: Manuel Altolaguirre – Poesías completas
Ed. Grupo Anaya, 2006©
ISBN : 9788437603501

Manuel Altolaguirre Bolín nació en Málaga, el 29 de junio de 1905.
Poeta de la Generación del 27′, no tenía aún 20 años de edad cuando fundó su primera revista de poesía en la que tuvo la colaboración de grandes poetas y de compañeros suyos de generación.
Se convirtió en miembro de la Alianza de Intelectuales Antifascistas y en director de La Barraca, realizando proyectos de imprenta y editoriales con fines propagandísticos.
En Londres fundó su propia imprenta y regresó a España para sumarse a las filas republicanas en la Guerra Civil.
A pesar de su condición como reconocido intelectual republicano, el 22 de agosto de 1936, su hermano Luis, junto a su gran amigo el poeta José María Hinojosa, fueron fusilados delante la tapia del cementerio de San Rafael de Málaga, por un grupo de milicianos del ejército republicano. Otro de sus hermanos, Federico, militar y amigo de Franco, sería también fusilado meses después.
Estos trágicos hechos y el horror de la guerra, le provocaron una grave crisis personal y emocional. Logró huir de España por los Pirineos y fue confinado en un campo de concentración en Francia. Después de su liberación fue recluido en un psiquiátrico, de donde fue rescatado por algunos de sus compañeros, y ayudado a llegar con su esposa, Concha Méndez a casa de Paul Eluard.
Max Ernst y Pablo Picasso compraron los billetes para que la familia pudiese embarcar rumbo a América.
Se exilió a México en 1939, donde además de escribir, dirigió algunas películas.
Vino de visita a España en 1959 y falleció en Burgos a causa de un accidente de automóvil, el día 26 de julio.
Es sin duda el poeta más intimista y espiritual de la generación del 27, observándose en su obra la huella de místicos como San Juan de la Cruz y Garcilaso de la Vega y de dos de sus poetas más admirados, Juan Ramón Jiménez y Pedro Salinas.

También de Manuel Altolaguirre en este blog:

«Manuel Altolaguirre: Escarmiento»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre: Angustia»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre: Secreto»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre: Dos aguas»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre: Contigo»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre: Corriente oculta»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre: Mis prisiones»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre: Hoy puedo estar contigo»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre: La nube»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre: La voz cruel»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre: Viaje»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre y Gustav Klimt: El Beso»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre. Málaga, 1905 – Burgos,1959 – Pequeña antología»: AQUÍ

«Manuel Altolaguirre: Como un ala negra»: AQUÍ

Bibliografía más destacada:

Las islas invitadas (1926)
Poemas del agua (1927)
Soledades juntas (1931)
La lenta libertad (1936)
Las islas invitadas (1936)
Nube temporal (1939)
Poemas de las islas invitadas (1944)
Nuevos poemas de las islas invitadas (1946)
Fin de un amor (1949)
Poemas en América (1955).
Además de su poesía,  escribió un libro de memorias: El caballo griego, numerosos artículos de crítica literaria, algunas traducciones y obras de teatro.

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