«Funeral blues»
Paren todos los relojes, descuelguen el teléfono,
Eviten que el perro ladre dándole un hueso jugoso,
Silencien los pianos, y con un apagado timbal,
Saquen el ataúd, dejen pasar a los deudos.
Paren todos los relojes, descuelguen el teléfono,
Eviten que el perro ladre dándole un hueso jugoso,
Silencien los pianos, y con un apagado timbal,
Saquen el ataúd, dejen pasar a los deudos.
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Hablar de Leo Vicent es una tarea difícil, hace muchas cosas relacionadas con el arte y todas bien. Continue Reading…
«En la honda noche universal
que apenas contradicen los faroles
una racha perdida
ha ofendido las calles taciturnas..»
Tú cuya carne, hoy dispersión y polvo,
pesó como la nuestra sobre la tierra,
tú cuyos ojos vieron el sol, esa famosa estrella,
tú que viniste no en el rígido ayer
sino en el incesante presente,
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«(Cosa tan natural era para Ocnos trenzar sus juncos como para el asno comérselos. Podía dejar de trenzarlos, pero entonces ¿a qué se dedicaría?.
Prefiere por eso trenzar los juncos, para ocuparse en algo; y por eso se come el asno los juncos trenzados, aunque si no lo estuviesen habría de comérselos igualmente. Es posible que así sepan mejor, o sean más sustanciosos. Y pudiera decirse , hasta cierto punto, que de ese modo Ocnos halla en su asno una manera de pasatiempo).»
Con este epílogo comienza Luis Cernuda su «Ocnos», Sevilla está presente sin nombrarla en todos y cada uno de sus poemas en prosa de la qué para muchos es su obra maestra. El primero de todos ellos y uno de los más bellos:
En ocasiones, raramente, solía encenderse el salón al atardecer, y el sonido del piano llenaba la casa, Continue Reading…
«… Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.»
JC
Y se muy bien que no estarás.
No estarás en la calle Continue Reading…
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