«Nuestra barca, alzada en las brumas inmóviles, se orienta hacia el puerto de la miseria, la enorme ciudad del cielo manchado por fuego y lodo. ¡Ah, los andrajos podridos, el pan mojado en lluvia, la ebriedad, los mil amores que me crucificaron!…»
AR
«El barco ebrio»
Yo sentí al descender los impasibles Ríos
que ya no me sirgaban mis conductores rudos; Continue Reading…