«…Los suyos, sus amigos predestinados,
Los que él entendía, los que a él le entendieron
si es que en el limbo entendimiento existe…»
LC
El más amado de todos mis poetas, el que siempre me acompaña, en mi mesa de noche está desde que era una adolescente un ejemplar de Ocnos que un amigo de mi padre le trajo de Londres antes de yo nacer, un día como hoy nació en mi Sevilla.
«Del otro lado»
Fueron por los mismos lugares:
El claustro, el vasto patio hermoso
Donde el reloj seguía midiendo a otros el tiempo,
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