Teresa de Cepeda y Ahumada: Sus frases

Escultura de Santa Teresa situada en la ciudad de Toledo

Santa Teresa de Jesús)

Algunas de sus frases

Quien obra puede equivocarse, pero quien no hace nada ya está equivocado.

Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor.

He cometido el peor de los pecados, quise ser feliz.

La vida es una mala noche en una mala posada.

La verdad padece, pero no perece.

La tierra que no es labrada llevará abrojos y espinas aunque sea fértil; así es el entendimiento del hombre.

Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor.

Lee y conducirás, no leas y serás conducido.

No son buenos los extremos aunque sea en la virtud.

Aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, algunas veces acertamos.

De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor.

Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta.

¡Ay que larga es esta vida! / ¡qué duros estos destierros! / ¡esta cárcel, estos hierros / en que el alma está metida! / Sólo esperar la salida me causa dolor tan fiero, / que me muero porque no muero.

Vivir la vida de tal suerte que viva quede en la muerte.

Teresa de Cepeda y Ahumada, canonizada como Santa Teresa de Ávila, nació en Ávila el 28 de marzo de 1515.
Fue la fundadora de las Carmelitas Descalzas, rama proveniente de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (carmelitas), Doctora de la Iglesia Católica, mística y escritora fue canonizada con el nombre que adoptó al profesar, Teresa de Jesús.
Murió en Alba de Tormes, Salamanca, el 4 de octubre de 1582, siendo enterrada el día 15 del mismo mes, (esto es debido al cambio del calendario juliano al gregoriano).
En 1626 las Cortes de Castilla la nombraron copatrona de los Reinos de España, pero los partidarios de Santiago Apóstol lograron revocar el acuerdo.
Fue nombrada Doctora honoris causa por la Universidad de Salamanca y posteriormente fue designada patrona de los escritores.
En 1970 se convirtió (junto con Santa Catalina de Siena) en la primera mujer elevada por la Iglesia Católica a la condición de Doctora de la Iglesia, bajo el pontificado de Pablo VI.

También de Teresa de Cepeda en este blog:

«Teresa de Cepeda y Ahumada: Vivo sin vivir en mí»: AQUÍ