«Yo tengo clavada en la conciencia desde la infancia la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo»
Blas Infante
«Fue un Domingo, Blas, un dos de Agosto también de luna llena, una luna de 1936 que quiso ser testigo de tu detención por hombres azules. Llamaron a tu puerta de Coria y nunca mas volviste a tu casa, a tu despacho, a tu pasión. No sé lo que un hombre como tú sentiría en ese momento. Llevabas a Andalucía dentro y contigo, la detuvieron a ella también. Imagino que incluso con este calor que sería el de entonces, los dos, Andalucía y tú temblaríais de frío, de un frío de acero. Que poco esperaron, que claro lo tenían. Tu que ni siquiera habías ganado elecciones; tú, que no habías ostentado ningún poder en los gobiernos republicanos, pero con que certeza fueron a buscarte los hombres azules. Entonces, como ahora, Blas, sabían lo que representaba tu grito y tu bandera. Entonces, como ahora, había que acallarlo. Ellos lo intentaron con las balas en tu pecho. La versión moderna de las balas son las vitrinas cerradas con llaves donde guardan tu figura y pretenden guardar tu palabra, los homenajes protocolarios sin grandes publicidades, lo políticamente correcto. Pero tu grito es más grande y mas poderoso que la mediocridad política. Lo intentaron, lo intentan. Antes y ahora quisieron detenerte. Llamaron a tu puerta un Domingo de luna llena. No ibas solo: Andalucía iba contigo para siempre, como iba tu grito de liberación. VIVA ANDALUCÍA LIBRE!!!»
Pilar Távora
Escrito la madrugada del 10 al 11 de agosto de 2012.
El pasado sábado 11 de agosto se cumplían 72 años del asesinato de Blas Infante en el kilómetro 4 de la carretera de Sevilla a Carmona, sin juicio ni condena, cuatro años más tarde, el Tribunal de Responsabilidades Políticas lo condenaba a muerte. Para vergüenza de todos los demócratas y para rabia e impotencia de los que llevamos el andalucismo en el alma —y sabemos a Blas Infante padre de la Patria Andaluza, hecho por otra parte reconocido oficialmente por la Junta de Andalucía —, esa condena sigue vigente, su nieto Estanislao Naranjo continua luchando porque sea anulada.
Como cada año, en el citado punto de la carretera de Carmona donde se realizó la ejecución de Blas Infante junto a otros dos detenidos, y ante el monumento que en ese lugar se levanta a Blas Infante, los andalucistas han recordado su memoria y su ideal. La tarde del día 11, el Partido Andalucista organizó el acto al que asistieron a pesar de las altas temperaturas del agosto sevillano, un buen puñado de seguidores, el presidente del partido Antonio Jesús Ruíz y otros miembros de la ejecutiva; entre ellos, Pilar Távora que leyó un discurso lleno de fuerza y esperanza que transcribo íntegro con su permiso a continuación:
«Un año más Blas en este kilométro 4, clavado como una lanza en el costado de nuestra historia.
Son muchos años ya los que hemos estado viniendo para que no dudes nunca que aquí hay andalucistas que no te olvidan y que siguen sin complejos, fieles a tu ideal.
Ya ves, aún no han conseguido enterrarnos, aunque no han sido pocos los intentos y mucho terreno, mucho, nos lo han regado con sal para que tu voz no fructifique, para que no haya cosechas que recoger… pero la vida Blas, como tu palabra, es capaz de abrirse entre muros de cemento y hormigón y entre capas gruesas de sal, y hace posible que hoy estemos aquí, de nuevo a tu lado, en este 11 de agosto, en el lugar donde creyeron tus asesinos que iban a callarte para siempre.
Aquí estamos ondeando tu verde y blanca, nuestra verde y blanca, la arbonaida que hoy cubre tu pecho y que mostramos ante tus asesinos para que se enteren, un año más, una vez más, que nunca te mataron.
Sabemos de adversidades, tu también las viviste, sabemos de desprecios, de miradas por encima del hombro, de burlas, de travesías del desierto, de desertores, de enterradores, de manipuladores…tú los conoces tan bien como nosotros, tú los reconoces bajo un trapío de distintos colores, el azul y el rojo incluidos, algunos hasta tienen la osadía de ir vestidos de verde y blanco. Pero estamos aquí como siempre, con nuestra mano abierta de nuevo a la esperanza, sin miedos, sin freno hacia el futuro, diciendo que somos nacionalistas, que Andalucía es nación, y que vamos a luchar por su autonomía plena, ahora que hasta de ella quieren desposeernos, y sin escondernos tras ningún otro nombre, sin engañar a nadie, porque nuestra autonomía y nuestro nacionalismo son un canto a la humanidad, un ejemplo de solidaridad y de generosidad, por eso es distinta, grande e integradora y, al mismo tiempo un arma poderosa para defender nuestra identidad, nuestra cultura, nuestra tierra y nuestra gente.
Estuviste y viviste en el cine Jaúregui, —ironías del destino — unos días de angustia interminable, desgarradora. Un cine que es un lugar donde se proyectan los sueños, la fantasía, el mundo de la ficción y, sin embargo, para ti ese cine fue el lugar donde se escribió el guión de tu muerte. Como cineasta sé que los guiones no son definitivos, y en un ejercicio de escritura colectiva, lo planeado por unos puede ser cambiado por otros, y ese guión en el qué se quiso escribir con tu sangre la palabra fin, se ha convertido en una historia de lucha y esperanza que tu te encargaste de comenzar a escribir antes de morir, cambiando el final previsto por tus asesinos, por un grito de ¡Viva Andalucía Libre! Entonces Blas, fue cuando ese guión se dejó abierto para que lo siguieran escribiendo otros. Y aquí estamos dispuestos a hacerlo, y a pasarle el guión a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, para que nunca se escriba la palabra fin.
No niego que como creadora, soy también una soñadora, y confieso que llevo tiempo soñando con una ofrenda que, para mí sería la mejor que podemos realizar: la de poder ponernos ante ti en uno de estos años venideros y decirte: Hoy no te traemos flores Infante, te traemos una lucha ganada, una Andalucía como tú la imaginabas, como la soñaste, como la luchaste y por la que diste tu propia vida. Ese es mi sueño. Para mí no habrá jamás mejor ofrenda que hacerte un 11 de agosto. Lo demás no dejan de ser actos simbólicos, necesarios también, pero no pasan de ahí.
Hoy no es día de mítines, ni de gritos, ni de medallas, ni de aspavientos, ni de lucimientos personales, ni de egos que quieren ser más protagonistas que tú; tampoco de competiciones a ver quien es más andalucista, por qué no sólo sería ofenderte, sino un camino inútil y estéril por el qué algunos transitan.
Hoy es día de reflexión, de apostar ante ti por la unión y por la coherencia, de decirte que seguimos en el camino, que no nos importan los obstáculos, ni siquiera sí los obstáculos somos, a veces nosotros mismos; porque tu obra y tu vida tienen la capacidad de apartarlos y dejar que el camino no sea un callejón sin salida. Siempre nos das las herramientas precisas para allanar el terreno y seguir caminando. Admiro tu paciencia con nosotros Blas, que no es poca, y tu bondad porque a pesar de todo, se que eres tú quien sigue alentándonos, quien sigue quitándole la pala a los enterradores, a los enterradores de todos los colores. Hoy delante de ti hay generaciones de andalucistas, andaluces y andaluzas que nunca se dejaron seducir, ni se vendieron al primer postor. Esos son los de verdad, y quiero hoy ante ti, decirle cuanto los admiro. Sin ellos nada sería posible, sin los militantes andalucistas anónimos, sin su lealtad, su esfuerzo, su entrega y su paciencia, nada sería posible, y es necesario que lo sepan, porque el camino es duro, árido e ingrato y necesita de aliento. Los militantes andalucistas son el gran haber del andalucismo.
Andalucía necesita la generosidad de sus hijos como tuvo la tuya y la de los compañeros que junto a ti fueron la brújula que nos señaló y nos señala el horizonte, un horizonte que intentan alejarnos siempre, y aún más en estos tiempos fríos y de incertidumbres.
Arrecia el temporal Blas, viene con fuerza arrolladora, sin escrúpulos y sin conciencia, sin humanidad y sin corazón. Y quiero creer que nosotros no entendemos ese idioma. Siempre, pero con más motivo en estos tiempos globalizadores, enajenantes, impregnados del color del capitalismo más cruel, muchos de nosotros tenemos un lugar donde resistir arropados por nuestra arbonaida, por esta verde y blanca de nuestros dolores y de nuestra dicha, que hoy Blas, hemos querido que cubra tu pecho. Quien le iba a decir a tus asesins que estaríamos aquí contigo 76 años después, sustituyendo sus balas por tu bandera, por nuestra bandera de humanidad, y plantándoles cara con nuestra resistencia.
No quisieron darte agua, no quisieron darte cobijo en este convento, nadie movió un dedo por ti, pensaban que desaparecerías en una fosa común, que tu memoria no sobreviviría al paso del tiempo… ignoraban la fuerza de tu obra, y ahora tu estás aquí, con los brazos abiertos al universo, con tu ¡Viva Andalucía Libre! en los labios, siendo parte del pasado, del presente y del futuro de los andaluces y de los que dispararon… no quedó rastro.
Decías que querías hombres y mujeres de estado, no políticos. Yo quiero aprovechar tus palabras para volverlo a decir, para pedir que seamos hombres y mujeres de la calle, y que hagamos una labor social, política en el más noble término de la palabra, que demos ejemplo, que revolucionemos la realidad y la política y que lo hagamos para y por Andalucía, sólo y exclusivamente para y por Andalucía, y no para satisfacer nuestra vida personal.
Decías también que el futuro, a veces, sólo se encuentra en el pasado… quizá en eso como en tantas otras cosas tengas razón, quizá tengamos que volver la vista atrás para encontrarnos, para beber de nuevo de nuestra esencia, para no alejarnos de lo que es y fue vanguardia en el pensamiento político, para no confundirnos ni confundir, para no disimular con letra pequeña lo que somos y lo que queremos ser. Quizá el futuro dependa de que el pasado no se quede encerrado en los libros del pensamiento teórico y tome vida real en las calles, al lado de quienes nos necesitan ahora. ¿Por qué no?, quizá tengamos que volver a este punto, donde hoy estamos, a este kilómetro 4 de la Carretera de Carmona* donde tú dejaste tu vida por esta tierra y recapacitar y tomar fuerzas para seguir nadando contra corriente, porque el humanismo en política, es nadar contra corriente, porque tu palabra es nadar contra corriente, porque para seguirte hay que desprenderse de la mezquindad personal y de la política al uso, y en eso, en estos y en todos los tiempos no es tarea fácil.
Ayúdanos Blas, a seguir en esta lucha, ayúdanos para que otros no consigan sembrar la tan atractiva semilla de la desunión entre nosotros, esa que tantos frutos da a los hipócritas, a los mezquinos y a los egocéntricos, a los que necesitan de la política para recibir y no para dar. Ayúdanos para que podamos detener a la apisonadora del ser andaluz, para que el próximo año podamos ofrecerte algo mejor de lo que hoy traemos.
Danos sentido común y una parte de tu generosidad que bien la necesitamos.
Escúchanos Blas, porque nosotros seguimos escuchando tu grito sobrecogedor resonando por las paredes blancas de cal de los pueblos andaluces, por los barrios obreros de las ciudades, por los pasillos de las universidades, por el coraje de los que nos negamos a abandonarte…
Tu grito es el nuestro, Blas, no lo callaron las balas ni lo van a callar las cerraduras oficiales. Es nuestro grito de liberación y aquí suena y vibra como en ningún otro lugar del mundo.
Qué sea semilla fértil: ¡¡¡Viva Andalucía Libre!!!»
Pilar Távora
*El cortijo la Gota de leche, pertenece al Consultorio de Niños de Pecho y Gota de Leche, que nació en Sevilla en 1906 para reducir los altos índices de mortalidad infantil y ayudar al desarrollo de esta población.
No Comments
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: “Yo tengo clavada en la conciencia desde la infancia la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo” Blas Infante Blas Infante, Padre de la Patria Andaluza “Fue un Doming……
[…] “76 aniversario del asesinato de Blas Infante: In memoriam (12.5)”: AQUÍ […]
[…] “76 aniversario del asesinato de Blas Infante: In memoriam (12.5)”: AQUÍ […]