«Has bajado a la tierra, cuando nadie te oía,
y has mirado a los vivos y contado tus muertos.
Señor, duerme sereno; ya cumpliste tu día.
Puedes cerrar los ojos que tenías abiertos.»
JLH
Si yo naciera a mi doliente infancia
otra vez niño, como un dulce sueño, Continue Reading…
«No amar es casi un homicidio y no tendría fuerzas para inferir tal golpe a nadie.»
BP
Bebo la amargura de los nardos,
la amargura de cielos otoñales,
y en ellos el chorro ardiente de tus traiciones.
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«…Recuerdo de mi infancia tres peligros,
recuerdo el mal, los ojos sin pretexto del maldito,
recuerdo el aire que había en las palabras…»
JCM
(fragmento)
Llueve, llueve sobre las cúpulas bruñidas por el beneficio,
sobre los estandartes empapados por la usura del comercio llueve,
llueve sobre los muros del Pontificado y los altares de lo Absoluto,
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«… aquella noche de San Juan
cuando todos los fuegos se apagaron
y bajo las estrellas examinaste las cenizas.»
YS
Recordando al Premio Nobel en el aniversario de su nacimiento
Cinco Poemas del SR. Marinero
Como un pájaro de alas rotas
que ha viajado años por el aire
como un pájaro incapaz de soportar
el viento y la tormenta
cae la tarde.
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«Con mis puentes en alto,
con ojos-centinela
vigilando mis torres,
os he estado esperando…»
OC
Olalla Castro, ganadora del Premio Nacional de Poesía Fundación Cultural Miguel Hernández 2013, ha presentando hoy la obra ganadora de este certamen «La vida en los ramajes», en el incomparable marco de La Casa de la Memoria de Sevilla, en la que han participado junto a la poeta granadina, el profesor Manuel Ángel Vázquez Medel, con una brillante intervención, y el editor Juan Pastor.
Gracias a Rosana de Aza por hacer posible en su magnifico centro cultural actos tan necesarios y bellos como este.
Nos quemaron por miedo a nuestros ojos,
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Porque no podemos ni queremos olvidar aquel aciago 11 de marzo de hace diez años en Madrid, en memoria de todas las víctimas de aquella barbarie, este poema de Manuel Rico:
Marzo desnivelado por las cifras
del desaliento. Marzo de muerte,
triste marzo de trenes y extrarradios marchitos,
marzo de sueños rotos y niños deshabitados,
de pronombres sin nombre, de apellidos
quebrados y relojes sin hora, marzo de los teléfonos
enmudecidos.