Mi recuerdo al poeta modernista nicaragüense en el aniversario de su nacimiento.
«A Margarita Debayle»
Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:
Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.
Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!…
El Señor se va a enojar».
Y ella dice: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».
Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
* * *
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.
Ruben Dario
Recogido en: Rubén Darío – Poesías Completas
Aguilar Ediciones, 1952
Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío nació en Metapa, Nicaragua, el 18 de enero de 1867.
Poeta, escritor, periodista y diplomático nicaragüense, fue el máximo representante del modernismo literario en lengua española, y quizá, el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispano, y es por ello llamado «Príncipe de las letras castellanas»
Para su formación poética fue determinante la influencia de la poesía francesa. En primer lugar, la de los románticos, y en especial Victor Hugo. Más adelante, fue decisiva la influencia de los parnasianos: Théophile Gautier, Leconte de Lisle, Catulle Mendès y José María de Heredia.
En cuanto a los autores de otras lenguas, sentía una profunda admiración por tres autores estadounidenses: Ralph Waldo Emerson, Edgar Allan Poe y Walt Whitman.
Su influencia fue inmensa en los poetas de principios de siglo XX, tanto en España como en América. Muchos de sus seguidores, sin embargo, cambiaron pronto de rumbo: es el caso de Leopoldo Lugones, Julio Herrera y Reissig, Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado.
Llegó a ser un poeta muy popular, cuyas obras se memorizaban en las escuelas de los países hispanohablantes y eran imitadas por cientos de jóvenes poetas. Esto resultó perjudicial para la recepción de su obra. Después de la Primera Guerra Mundial, con el nacimiento de las vanguardias literarias, los poetas volvieron la espalda a la estética modernista, que consideraban anticuada y retoricista.
Murió en León, el 6 de febrero de 1916
También de Rubén Darío en este blog:
«Rubén Darío: Los cisnes»: AQUÍ
«Ruben Darío: Los motivos del lobo»: AQUÍ
«Rubén Darío: Canto de esperanza»: AQUÍ
«Ruben Darío: A Margarita Debayle»: AQUÍ
«Rubén Darío: El Príncipe de las Letras Castellanas – Antología»: AQUÍ
Bibkiografía poética:
Abrojos. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes, 1887.
Rimas. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes, 1887.
Azul…. Valparaíso: Imprenta Litografía Excelsior, 1888. Segunda edición, ampliada: Guatemala: Imprenta de La Unión, 1890. Tercera edición: Buenos Aires, 1905.
Canto épico a las glorias de Chile. Editor MC0031334: Santiago de Chile, 1887.58
Primeras notas, [Epístolas y poemas, 1885]. Managua: Tipografía Nacional, 1888.
Prosas profanas y otros poemas. Buenos Aires, 1896. Segunda edición, ampliada: París, 1901.
Cantos de vida y esperanza. Los cisnes y otros poemas. Madrid, Tipografía de Revistas de Archivos y Bibliotecas, 1905.
Oda a Mitre. París: Imprimerie A. Eymeoud, 1906.
El canto errante. Madrid, Tipografía de Archivos, 1907.
Poema del otoño y otros poemas, Madrid: Biblioteca «Ateneo», 1910.
Canto a la Argentina y otros poemas. Madrid, Imprenta Clásica Española, 1914.
Lira póstuma. Madrid, 1919.
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Yo tambien me sé y tengo grabado ese poema.
A mí me lo recitaba mi abuela que tenía una memoria prodigiosa antes de que se la desvaneciera el Alzheimer y amaba la poesía y el teatro. Le era imposible parar de recitarnos y escenificarnos fragmentos de vida.
Si entras en el blog de Juan Yanes (máquina de coser palabras) y me buscas verás un relato titulado Vaivén que tiene que ver con la infancia y ese poema.
Un súper gusto venir por aquí, siempre.
Otra abrazo,
izaskun
Último post en la Web de…izaskun…LA PARADA de Izaskun Legarza
Un beso loquita.
Gracias Izaskun, he entrado alguna vez en Maquina de Coser, pero buscaré ese relato.
Gracias por volver de visita, me es muy grato leerte.
Un beso.
¡Qué barbaridad tener la capacidad de memorizar este poema!.
Bonita entrada Triana, es muy dulce.
Un fuerte abrazo
Último post en la Web de…Fátima…Epanadiplosis
Triana, rememoro también mi encuentro con Darío, yo no conocí a mis abuelos, ni maternos, ni paternos, pero también Darío entró a mi vida a través de oido, en la voz de Manuel Bernal. «Sonatina fue el primer poema de Darío que me aprendí.
«La princesa está triste. Qué tendrá la princesa.
Los suspiros se escapan de su boca de fresa»
Un abrazo de rubí para ser para una tarde carmesí.
Serigio Astorga
Último post en la Web de…Sergio Astorga…Chapa para una censura
Fátima, eso era posible cuando todas mis neuronas estaban vivas, y es increible como todo lo que aprendí en aquellos años no lo he olvidado, aun soy capaz de recitar de memoria las fabulas de La Fontaine en francés, cuando he olvidado casi hablarlo, pero ahora?… me cuesta memorizar una frase, neuronas, cada día menos.
Sergio gracias por volver siempre, Sonatina es otra hermosa muesra de su obra.
Mi abrazo tiene el color de la puesta de sol de una preciosa tarde sevillana.
:O, yo tengo buena memoria para recordar hechos, conceptos, caras…pero no para aprenderme una canción o unos versos… ; ).
Un abrazote
Último post en la Web de…Fátima…Epanadiplosis
Eso es que tu memoria es mucho mas selectiva y eficáz, la verdad tuve buena memoria para casi todo, ahora me consuelo pensando que se ha vuelto selectiva … 😈
Último post en la Web de…Triana…La Buhardilla. Nuevo Tutorial
Ja, ja, ja el que no se consuela es porque no quiere jajajja.
Admiro a los actores de teatro (dicen que el saber no ocupa lugar…), pero apuesto a que sí, algo así como el principio de Arquímedes.
Besos
Último post en la Web de…Fátima…Paul Celan
«Tá» clarisimo doy fe de eso.
Un beso.
hay que tener mucha memoria para recordar largos poemas, yo tambien los aprendo. saludos!!!
Rocío
Yo aprendí muchas, me gustaban las largas y de las que aprendí hace años, no las he olvidado nunca.
[…] mi memoria, uno “A Margarita Debayle” de Rubén Darío (en otra entrada de este blog : AQUI) y el otro “Platero y yo”, los dos los podía recitar de memoria, creo que antes de […]
[…] Otra entrada sobre Rubén Dario en este blog: “Margarita, mi primer poema” […]