René Magritte y el Surrealismo Mágico

Click en la imagen para ver más obras

René Magritte

René François Ghislain Magritte nació en Lessines, Bélgica, el 21 de noviembre de 1898.

Pintor surrealista, al que marcó su vida e influenció en su obra más temprana, el suicidio de su madre, cuando él tenía sólo 13 años.

Al parecer, tras varios días buscándola después de huir de su casa, fue encontrada en el río,  Magritte, habría presenciado la escena del rescate. Como ejemplo de esta influencia es su óleo «Los amantes».

Inició su formación artística en Châtelet. Sus primeras obras, de estilo impresionista, son de 1915.

De 1916 a 1918 estudió en la Academia de Bellas Artes de Bruselas.

Expuso por primera vez en 1920.

Tras el servicio militar inició un periodo en el que su obra estuvo influenciada por el cubismo, el orfismo, el futurismo y el purismo.

En 1922, tras contemplar «La canción de amor» de Giogio de Chirico, quedó impresionado, se desentendió de sus anteriores influencias y a partir de ahí, su obra está casi en su totalidad inspirada en la del italiano.

En pinturas como «La túnica de la aventura», de  1926, expresa su sentido del misterio del mundo por medio de la irracional yuxtaposición de objetos en una atmósfera silenciosa.

En 1928 participó en la Exposición Surrealista de la galería Goemans de París.

En 1930 volvió a Bruselas para huir del ambiente polémico existente en el mundo del arte en París, en la capital belga pasaría resto de su vida.

A partir de 1926 el estilo de Magritte,  al que se llamó «realismo mágico», cambió poco, entre 1928 y 1930 investigó las ambiguas relaciones entre palabras, imágenes y los objetos que éstas denotan.

En «La perfidia de las imágenes», de  1928-9, retrató meticulosamente una pipa, y debajo, con igual precisión, puso la leyenda «Ceci n’est pas une pipe» (Esto no es una pipa), cuestionando la realidad pictórica.

En «El espejo falso», de 1928,  exploró la misma idea: el ojo, como un falso espejo, reflejando las nubes blancas y el cielo azul pintados de forma realista; en este cuadro introduce el tema del paisaje ilusionista, interpretado en clave pictórica, alejado de toda intención naturalista.

Magritte estudió en toda su obra el problema del espacio real frente a la ilusión espacial, que es, según él, el trasunto de la pintura misma.

Hizo muchas variaciones sobre este tema, quizá la más clara de todas sea «Los paseos de Euclides», de 1955, o «The human condition», de 1933, donde muestra un caballete con un cuadro frente a una ventana, a través de la cual se ve un paisaje; la escena pintada corresponde exactamente al fragmento de paisaje sobre el que se sitúa el cuadro, llevando el problema de la pintura, como confrontación naturaleza-ilusión, a la cuarta dimensión.

En 1933 realizó una exposición individual en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, y en 1936 su primera individual en Estados Unidos, en la galería Julien Levy de Nueva York.

En ese mismo año su obra estuvo presente en «Arte fantástico, Dadá, Surrealismo»,  en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

En la década de 1940,  la obra de Magritte adoptó una paleta y una pincelada de nuevo impresionistas, y entre 1947 y 1948 desarrolló sus cuadros  fauvistas.

Viajó por primera vez a Estados Unidos en 1965, para asistir a una retrospectiva que el Museo de Arte Moderno de Nueva York le dedicó y el año siguiente viajó a Israel.

Murió en Bruselas, el 15 de agosto de 1967, pocos días después de la inauguración de una importante muestra de su obra en el Museo Boymans Van Beuningen de Róterdam.

Magritte dotó al surrealismo de una carga conceptual basada en el juego de imágenes ambiguas y su significado denotado a través de palabras poniendo en cuestión la relación entre un objeto pintado y el real.

Entrada publicada en este blog el 11 de noviembre de 2011. Actualizada y ampliada con más de cien obras nuevas, el 15 de agosto de 2024.