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«No se trata de pintar la vida, se trata de hacer viva la pintura»
Paul Cezanne
Smith Ford
Pasó una parte de su infancia en un pequeño pueblo de Japón, en el que su padre estaba destinado como militar de las Fuerzas Aéreas Americanas.
Fue en el país nipón donde se despertó su pasión por la pintura, que sin duda ejerció una fuerte influencia en su obra.
A su regreso a Estados Unidos, se matriculó en la Universidad en Mississipi, donde se licenció en pintura.
Desde finales de 1979 y la década de 1980, se dedicó profesionalmente a la fotografía, trabajando para el mundo de la moda, ocupación en la que consiguió una gran reputación.
A principios de la década de 1990, sintió la necesidad de retomar la pintura, y viajó por todo el mundo buscando inspiración.
Tras tantear varios estilos y enfoques, encontró mayor satisfacción en los paisajes, de los horizontes sobre todo, que conoció en sus viajes.
A pesar de ser fotógrafo, nunca pintó usando como modelo una fotografía.
En sus óleos, combina sus colores y horizontes fascinantes, con su vitalista y apasionada forma de ver la vida.
La paz y la tranquilidad que transmiten, probablemente son una impronta de su estancia en Japón.
Ha expuesto en Estados Unidos y diferentes paises de Ámerica, Asia y Europa; su obra está presente en las más importantes colecciones públicas y privadas de todo el mundo.
*Esta entrada fue publicada en este blog el 12 de diciembre de 2011. Ha sido actualizada y ampliada el 19 de mayo de 2019.
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